Qué vergüenza le debería dar a la delegada del Gobierno en la Comunitat, Paula Sánchez de León, montar el cisco que ha orquestado y la pésima imagen que se está dando al mundo de nuestro país. Así pues, Valencia comparto tu rabia. Encima, Sánchez de León dice que no dimite, que se queda en la “poltrona” y para rematar la faena, el presidente del Gobierno de nuestra nación dice en rueda de prensa en Londres que seamos discretos y moderados, que la policía está para imponer el orden. Las imágenes están ahí y la policía no actúa si no recibe órdenes superiores de la máxima autoridad, en este caso de Sánchez de León.

Peor ha sido el abucheo en el pleno del Congreso al ministro de Educación José Ignacio Wert, al manifestar que la policía actuó contundentemente para repeler el ataque de los violentos y acusar al PSOE que se pone al lado de la protesta violenta e ilegal. Otra lección de habilidad retórica. Le recuerdo al ministro que muchos de los estudiantes menores de edad son hijos de votantes del PP en las últimas elecciones y, a día de hoy, estos ciudadanos están arrepentidos de su voto.

Mi rabia interna es tanta que sugeriría a los partidos de la oposición el exigir al Gobierno central que se pongan todos los medios para que la investigación de los hechos se haga con toda honestidad y que el pueblo reciba una explicación, y si se demuestra que ha habido un error al dar las órdenes, que la y los responsables pidan perdón públicamente, porque si no, el turismo de la temporada próxima primavera-verano en nuestra Comunitat se va al garete. Los miembros del Gobierno deben actuar menos precipitadamente y hablar con más prudencia. De nuevo, ¡¡¡qué vergüenza!!! H