La normalidad aparente que se quiere transmitir por parte del Con-

sell de Puig y de Oltra con la vuelta al colegio de nuestros hijos choca frontalmente con la realidad que todos percibimos. Precipitación en las normas, decretazo bajo imposición, colegios sin hacer y un sinfín de dudas que distan mucho de aquel paraíso que hace dos años nos prometió el gobierno de Puig. Hoy el dinero que se gastan en barracones sigue aumentando y lo único que ha disminuido son las aulas concertadas y la eliminación de la libertad de los padres para la elección de centro. Hoy Puig y Oltra invierten en barracones y recortan derechos de las familias, así empieza el nuevo curso.

En el plano parlamentario la situación no cambia. El curso se inicia con el debate del estado de la Comunitat que durante los próximos dos días pretenderá radiografiar la verdadera situación de la Comunitat. Este año es verdad que el curso se ha iniciado con el decretazo educativo, una forma muy gráfica de explicar cómo la política del Consell es a golpe de imposición, un porque yo lo digo en toda regla. Tras ese debate se iniciará el tortuoso proceso de elaboración de presupuestos para el año 2018 donde, posiblemente, nuestra provincia vuelva a ser arrinconada por las políticas de Puig y de Oltra.

Pero volviendo al debate del estado de la Comunitat, lo cierto es que el bagaje de las políticas de Puig y Oltra son un auténtico brindis al sol. Ni en el plano social ni el plano económico han cumplido la palabra dada, lo único que han cumplido es en enchufar a gente y en crear agencias, entidades y sociedades para hacer más grande la administración mientras los impagos en ayudas cabalgan a sus anchas y las listas de espera aumentan como quien hincha un globo. 60 Millones en facturas en el cajón de Oltra, más de 25.000 desahucios o tirar a perder por no ejecutar 248 millones en el Servef son cifras que deberían hacer recapacitar, pero la prepotencia les hará decir aquello de que la culpa era del PP, mientras la gente sigue diciendo y con razón que estos no hacen nada. Hoy ni hay nuevos colegios, solo acabar los que inicio el PP, ni nuevos centros de salud (en Vila-real suprimiendo ambulatorios), no hay más metros de carreteras construidas y la educación concertada es un problema para el Consell cuando antes era una opción educativa recogida legalmente.

Después de dos años y pico de gobierno de Puig y Oltra la decepción y el fracaso de otras políticas inundan los sentimientos mayoritarios. La gestión es un gran problema para quienes solo tienen ideología y desconocen lo que es gestionar. Hay dinero para enchufados para nuevas empresas, televisiones, subvenciones a fundaciones de jueces condenados, para movimientos catalanes pero no, no hay dinero para valencianos que esperan sus ayudas y que los impagos son las respuestas que encuentran todos los días. Las personas importaban antes de las elecciones, se olvidan de ellas durante el mandato y volverán a importar en la campaña electoral. Así son las políticas de Puig y Oltra, eternas promesas basadas en las personas pero que nunca llegan a las mismas ya que por el camino se tropiezan con enchufados, empresas y cargos públicos que devoran un presupuesto que debía ser para todos.

*Diputado autonómico del PP