La Organización Mundial para la Sanidad (OMS) fue rotunda en mayo pasado: la famosa dieta mediterránea, considerada por la Agencia para Agricultura y Alimentación (FAO) como «la mejor para las personas y la más sostenible para el ambiente», había muerto en los países donde surgió. Unos meses más tarde, Italia e Israel acaban de poner en marcha una investigación para resucitarla, con los instrumentos que la tecnología actual pone a disposición, un algoritmo personalizado.

El informe de la OMS, presentado en Viena, afirma que en España, Italia y Grecia, la dieta mediterránea ha sido abandonada, mientras que la han adoptado los países del norte, que antes no la seguían hace unas décadas.

«Los hijos actuales morirán antes que sus padres», había advertido FAO hace algunos años, atribuyendo la catástrofe a los cambios alimentícios. «La dieta mediterránea ha sido abandonada y debe ser reencontrada», explica ahora Joao Breda, responsable de la OMS en Europa para la prevención y control de las enfermedades no transmisibles.

Las pruebas de la defunción son las cifras que brinda la OMS en relación a España, Italia y Grecia, cuna de dicha dieta, sobre obesidad y sobrepeso de los niños hasta los nueve años. Los datos ilustran que las tasas son superiores al 40% (uno de cada cinco), según el organismo, mientras que en Francia, Noruega, Suecia, Irlanda, Letonia, Dinamarca y otros países del norte de Europa se sitúan entre el 5% y el 9%.

Hábito alimenticio adaptado en los países nórdicos

En los últimos años, los nórdicos habrían aprendido de los mediterráneos, mientras que estos se han olvidado de su tradicional modelo alimenticio, privilegiando lo que se conoce como alimentos basura en su consumo cotidiano. Dulces y bebidas azucaradas, alimentos con mucha sal y grasas, además de la inactividad física han suplantado la dieta basada en frutas, pescado y aceite de oliva, aumentando enfermedades como la diabetes y problemas cardiovasculares.

La experimentación italo-israelí sobre la validez de dicha dieta se ha empezado a aplicar en estos días sobre un centenar de niños, 50 en Israel y otros 50 en Italia. Cien menores distintos más seguirán en paralelo una dieta estándar para poder cotejar después los resultados. El estudio lo realizan conjuntamente la universidad Federico II de Nápoles y el Weizmann Institute of Science de Israel y es seguido por los investigadores israelíes Eran Segal y el inmunólogo Eran Elinav, además de la profesora italiana Annamaria Staiano.