El mordisco que uno de los asaltantes dio a una fresa durante un robo con violencia en una casa del Grao ha permitido a la policía identificarlo, a través del ADN, y llevarlo ante el juez. La Audiencia Provincial juzgó ayer a C. Román por haber entrado, junto a otros tres ladrones no identificados, en una villa del camino Serradal en abril del 2013, en la que maniataron, amenazaron, golpearon y robaron a un matrimonio.

El agresor, que se encontraba en prisión preventiva desde su detención, reconoció los hechos, a preguntas del magistrado presidente, y aceptó una condena de cinco años de prisión por el delito de robo con violencia en casa habitada, en concurso con dos delitos de detención ilegal y dos faltas de lesiones, un acuerdo alcanzado entre el fiscal y la defensa.

La sentencia, dictada de viva voz, apreció la circunstancia agravante de disfraz por haber actuado los asaltantes con la cara cubierta por pasamontañas.

ASALTO DE MADRUGADA / Los ladrones treparon, de madrugada, por una ventana de la vivienda. Una vez en el interior, accedieron al dormitorio de la pareja, los deslumbraron con linternas y los maniataron con cuerdas, llegando a encañonar al hombre, mientras le amenazaban para que les dijera dónde guardaba el dinero.

C. Román, junto a otros dos de sus cómplices, se llevó a la mujer a la cocina, donde la agredieron con tirones de pelo y golpes por todo el cuerpo para que les revelara en qué lugar guardaba las joyas. Llegaron, incluso, a taparle el rostro con una almohada, dificultándole la respiración.

Los violentos ladrones registraron toda la casa y se apoderaron de 150 euros en efectivo, anillos, pendientes, pulseras y cadenas de oro, dos cámaras de fotos, un ordenador y su teclado.

Posteriormente, se dirigieron al garaje, de donde sustrajeron dos taladros, una lijadora y botellas de bebidas alcohólicas.

Allí se apoderaron también del coche del matrimonio, un Ford Focus, en el que cargaron todo el botín y huyeron del lugar, desa-tando antes al matrimonio.

A pesar de todos los objetos sustraídos de la casa, la pareja decidió no pedir indemnización alguna. Aunque ayer viernes no tuvieron que declarar en el juicio al haber pactado el acusado la condena previamente, las víctimas manifestaron, instantes después de conocer el acuerdo alcanzado, «nos quitó todo lo que teníamos y se llevó hasta nuestro coche. Ahora, en dos años saldrá a la calle», con palpable malestar.

El hombre sufrió, como consecuencia del asalto, conmoción, contusiones en las lumbares y una muñeca. Su esposa, por su parte, padeció conmoción, contusión en el cuello y dolor por las ataduras en las manos. Ambos necesitaron 21 días para curarse.

Aunque, inicialmente, el Ministerio Público pedía para C. Román un total de 12 años de cárcel por los hechos relatados, el acuerdo de conformidad alcanzado con el fiscal, permitió rebajar sensiblemente la pena de prisión.