A pesar de las tradicionales reticencias de los castellonenses a abandonar su tierra, receptora de habitantes más que emisora hasta hace muy poco, apenas poco más de un tercio de los ciudadanos de la provincia de Castellón reside ahora en la población en la que nació. Según los últimos datos detallados publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), referidos al 2011, son 241.359 quienes son vecinos de sus municipios de origen, dentro de una población total cifrada en 604.344 personas.

Es un colectivo que ha crecido en 7.108 personas, en torno a un 3%, desde el 2008, el año de comienzo de la crisis, en lo que se entiende como una suave tendencia al regreso al municipio familiar, que se encuentra motivada precisamente por la complicada situación de la economía.

Otros números que revela el informe del INE señalan que casi 118.000 son los castellonenses que han dejado su pueblo, pero permanecen dentro de la provincia. En cuanto al resto, 108.552 personas forman el colectivo de la población nacida en el extranjero que ahora reside en Castellón, mientras que aquellos que han llegado desde otros puntos de la Comunitat Valenciana o de España suman 133.313.

mejoras // La socióloga de la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón, Mercedes Alcañiz, explica que, a medida que han mejorado las vías de comunicación en el territorio provincial, “han aumentado también las opciones de movilidad de los castellonenses”.

Es una evolución que se ha acentuado en los años de bonanza previos a la crisis, de modo que, añade Alcañiz, “se ha convertido en posible, por ejemplo, vivir en la Pobla y trabajar en Castellón para alguien que haya nacido en la capital”.

Por otra parte y en cuanto a la tendencia al regreso a los lugares de origen que sugieren las estadísticas, la experta interpreta que pueden ser muchos los supuestos y, a falta de los datos por edades, señala que “hay quien volverá a su población de origen, con sus padres, porque allí dispone de casa para vivir y la vida probablemente es más barata que en la ciudad”. Mercedes Alcañiz matiza en sentido positivo que “hay que tener en cuenta, además, que el mundo rural también se ha transformado en los últimos años, de modo que los servicios y la oferta comercial han mejorado mucho en los municipios del interior, donde se entiende, desde el punto de vista de amplios colectivos de población, que la calidad de vida es mucho mayor”.

evolución // Por su parte, el presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Castellón, Francisco Nomdedeu, coincide con Alcañíz al señalar como determinante en estos cambios sociales el impulso de las vías de comunicación, factor que, a su juicio, “hace que la gente se quede más en su pueblo o decida regresar, porque los servicios y la calidad de vida son cada vez mejores”. Nomdedeu añade que “dada la situación económica y los cambios laborales, por los que muchos han perdido el empleo, hace que también muchos vuelvan hacia sus orígenes”.

Por otro lado, el presidente de los API castellonenses llama la atención sobre el fenómeno de dispersión, que incluye un cambio de población de residencia, que se ha producido en la capital y todo su entorno.

En este sentido, Francisco Nomdedeu indica que “la vida en Castellón o en Vila-real es mucho más cara que en otros municipios ceranos, de modo que, por ejemplo, Almassora ya se ha convertido en una ciudad dormitorio de la cabecera provincial, y también es significativo el número de personas que ha optado por trasladarse a Burriana, Borriol o la Pobla”. Un ejemplo de cambio de residencia es, según el experto, el que se plantea “cuando en una pareja ya solo trabaja uno de los dos y los gastos de desplazamiento también son más bajos”.

De hecho, haber encontrado un nuevo empleo, la vuelta al hogar de los padres, pero también los desahucios, se sitúan entre las principales razones que motivan cada mes a más de 2.300 castellonenses para llevar a cabo un traslado de domicilio, bien a algún municipio distinto en la provincia --casi la mitad--, o para viajar a otro punto de España o irse a vivir al extranjero, según los datos que registra el Instituto Valenciano de Estadística (IVE). H