La corporación municipal de Vila-real dio ayer su visto bueno unánime a la propuesta formulada por la Concejalía de Territorio para suspender la concesión de licencias de parcelación de terrenos, edificaciones y demoliciones en dos de los puntos de la ciudad que generan una mayor problemática de tráfico, por la peligrosidad de los mismos.

Se trata de las intersecciones de las avenidas Bèlgica y Pius XII con el Camí les Voltes --al sur del casco urbano-- y las calles Encarnación y Santa Creu con el Camí Vell d’Onda a Castelló, ubicada más al norte. «En los últimos meses, los vila-realenses hemos notado un ligero incremento de la actividad productiva que, a su vez, deriva en un incremento del tráfico rodado, tanto de vehículos ligeros como de los pesados, que generan problemas de seguridad, de manera especial, en estos dos cruces», dijo durante el pleno el concejal del área, Emilio Obiol.

Y es que en el punto emplazado más al norte se concentra una importante circulación de vehículos durante todo el día, aunque con picos muy elevados en las horas punta de entrada y salida a los lugares de trabajo.

Algo similar ocurre en el existente entre la avenida Bèlgica y el Camí les Voltes, si bien en este caso se prevé un aumento del tráfico de camiones, muchos de ellos de gran tonelaje, con la futura creación del párking de camiones que se ubicará junto a la depuradora mancomunada.

SOLUCIÓN

De esta forma, y según explicaron tanto el edil Obiol como el alcalde, José Benlloch, con la suspensión de licencias --que se prolongará por un plazo máximo de dos años-- se pretende evitar cualquier acción urbanística que pudiera entorpecer la prevista construcción de dos rotondas, con las que se pretende mejorar la movilidad en ambas zonas y reducir la alta peligrosidad de las mismas que, como confirmó el concejal de Territorio, «suman ya algunos accidentes».

Al respecto, el alcalde Benlloch señaló que, incluso, «puede ser necesario realizar alguna expropiación de terrenos» para poder habilitar las glorietas, fundamentalmente en la que distribuirá la circulación rodada en el área ubicada al norte de la ciudad.

Obiol hizo hincapié en que la suspensión de licencias es una medida excepcional que ya se ha tomado en otras ocasiones, «una de ellas en el 2003, cuando el PP hizo lo propio en el cruce de la calle Andalusia con la avenida Castelló». Y destacó que las rotondas a construir «tendrán que ser capaces para facilitar el paso de grandes camiones, especialmente la del sur, por cuanto dará acceso al futuro aparcamiento de vehículos pesados, de manera que esta se convertirá en la mayor glorieta del casco urbano».