Un total de 450 barras de pan, 800 raciones de queso, 500 de chorizo o mortadela, tomates, lechuga, pepino, atún, cinco kilos de crema de cacao o tres de leche condensada son algunos de los ingredientes que la Asociación Gastronómica de Vila-real aportó para cocinar un bocadillo gigante en el Termet de la Mare de Déu de Gràcia. El singular taller de cocina, patrocinado por la Concejalía de Turismo, batió su propio récord, con un ‘bocata’ que, en esta ocasión, llegó a los 300 metros de longitud e hizo pasar una tarde amena a mayores y pequeños. RD