Este viernes 18 de noviembre, a las 19.30 horas, en el Palacio de los Duques de Medinaceli de Geldo, el poeta David Trashumante ofrecerá un recital. Este acto cultural abre el ciclo Ecopoéticas Geldo 2022, unas jornadas organizadas por el Ayuntamiento de Geldo que buscan aunar ecología y poesía como forma de concienciar sobre el valor del entorno natural. El ciclo de actividades culturales surge en colaboración con el programa Llegim als pobles, dentro de la campaña Pacte per la lectura de Llegim Llegim Llegim de la Conselleria de Cultura i Esport de la Generalitat valenciana, el Festival de poesia de València y la Asociación Cultural Torre Selda.

David Trashumante es el heterónimo de David Moreno Hernández, nacido en Logroño y valenciano de adopción, quien lleva 25 años recitando poesía, ha publicado 13 libros y 4 discos. David es poeta, performer, agitador cultural y copy de la agencia Nociones Unidas. Codirige Vociferio, Festival de Poesia de València y coordina JeteArte el Festival de Ecopoesía del Valle del Jerte, el Poetry Slam VLC y facilita el Laboratorio de Creación Poética Bibliocafé.

David ofrece contenidos que se cosen perfectamente a las artes visuales, en su práctica (poemas visuales, videopoemas, performance documentadas en vídeo) y en su teoría (conferencias, seminarios documentados y muestras de trabajos de alumnos (videopoemas) de laboratorios de creación poética). La selección que el artista propone responde al carácter innovador de la propuesta. Intenta llevar una disciplina literaria hacia la poesía expandida (disciplina artística extraliteraria) a través de la hibridación de ésta con otras disciplinas y soportes más propios de las artes plásticas y audiovisuales.

En Geldo ofrecerá el trabajo reflejado en su último libro, Aisha, que constituye un canto de amor con una doble mirada, un lenguaje que resalta la belleza y la resituación del ser humano dentro del entorno natural como horizonte. David denuncia en Aisha el ecocidio y pone en valor la cultura rural.

En la comunión con la naturaleza se encuentran el sentido y la vivencia de una existencia plena. Cobran allí fuerza, autoestima y disfrute del vivir. La relación se establece con la vegetación y con el ecosistema en su conjunto. Especialmente, lo hace con el bosque, la montaña y la pradera. De hecho, apenas aparecen otros animales. El «yo» nos transmite cómo Aisha se relaciona con ese entorno, cómo lo contempla, interactúa y, finalmente, se funde con él.