Los problemas de cobertura constituyen una de las más reiteradas y casi unánimes reivindicaciones de los ediles de zonas del interior de Castellón, como es el caso concreto de la comarca de Els Ports.

Los munícipes se suman al clamor de avanzar en soluciones a las diversas carencias en materia de conectividad, tal y como puso de manifestó desde su tejado el alcalde en funciones de la Todolella, Víctor Milián, hace unos días. 

Uno de los argumentos es que la señal móvil es deficitaria, pues «apenas llega el 2G a algunos sitios puntuales», relata el alcalde de Herbers, Dani Pallarés. A ello se suma que «la infraestructura del cableado telefónico es muy antigua y las incidencias son constantes a lo largo del año, pues la mínima tormenta es suficiente para que el servicio deje de funcionar».

Ahora bien, la llegada de la fibra óptica ha supuesto un importante avance, que Pallarés califica como «un antes y un después, porque ahora tenemos una conexión a internet decente», algo que permite trabajar con más facilidad.

Unos kilómetros más lejos, el primer edil de la Pobla de Benifassà, David Gil, lamenta un escenario menos favorable: «La fibra solo existe en el colegio y en el consistorio tenemos una dotación que nos permite trabajar», dice. 

Asimismo, Gil describe críticas similares sobre la línea telefónica: «En localidades como Bel, Coratxà o Fredes es muy deficiente o directamente inexistente, además de haber sufragado desde el Ayuntamiento la instalación de antenas». 

Incidencias habituales

Unas carencias comunes también en Ares. Allí su alcaldesa, Esther Querol, detalla que «en los últimos años los problemas han sido muy habituales». Tampoco existe mucha capacidad de elección para los vecinos de esta parte de la provincia: «Solo tenemos acceso a la red de una compañía y no podemos contratar otras firmas de bajo coste porque no prestan servicio aquí», añade Querol sobre la situación.

Por lo tanto, los munícipes de la comarca mantienen su intención de defender mejoras en este ámbito. El presidente de la Mancomunitat de Els Ports, Blai Penyarroya, señala desde la entidad que agrupa a todos los alcaldes de la zona que «vamos a seguir presionando a las instituciones y compañías telefónicas para que cumplan con la palabra dada».

El representante de la organización declara que «nos han trasladado el compromiso de que esto será una realidad y queremos que se materialice cuanto antes». Todo con el objetivo de concluir con una reivindicación que se extiende durante años e incrementar las oportunidades y evitar problemas en acciones tan habituales como realizar un pago con tarjeta.

Las pedanías

Y es que las pedanías, los núcleos de población aislados o los masets son los espacios con mayor dificultad de acceso tanto a la red como a la línea telefónica por el menor número de usuarios potenciales y el alto coste de desarrollo de la infraestructura. 

Bel se encuentra en esta situación, pero también municipios de la zona del Palancia, como la pedanía de Canales, donde carecen de fibra óptica pese a que Sacañet, la localidad de la que dependen, sí que la tiene. Un inconveniente que deriva en la imposibilidad en ocasiones para sus pocos vecinos de trabajar en condiciones óptimas desde su domicilio.

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En el lado opuesto, los principales núcleos urbanos sí que tienen ya fibra, como pueden ser en estas comarcas las poblaciones de Higueras, Pavías, Barracas o Pina de Montalgrao. El listado pretende ser más largo y sumará en breve a Villanueva de Viver, según detalla su alcaldesa, María Amparo Pérez, al haberse iniciado ya los trabajos de despliegue.

Mientras, el objetivo de acabar con la brecha digital en las partes menos pobladas del territorio y cumplir la reiterada petición se mantiene pendiente.