Llega la Semana Santa y con ella también las tradicionales monas de Pascua. Este típico dulce no puede faltar en las comidas que se realizan en estas fechas, ya que desde tiempos inmemoriales continúa siendo imprescindible. Por ello, queremos informarte de los mejores lugares al aire libre que puedes encontrar en nuestra provincia para disfrutar con la familia o amigos de este particular dulce.

Castelló

El Pinar

Este parque litoral está situado en el Grau de Castelló muy próximo a la playa castellonense. Además, esta zona es ideal para los más pequeños, ya que dispone de área recreativa y mesas para pasar toda una tarde en familia con la mona de Pascua.

El Parque del Pinar es uno de los lugares más emblemáticos del Grau de Castelló.

La Magdalena

Sus valores paisajísticos, culturales y recreativos le merecieron la declaración de paraje natural. Muchos son los que acuden en Pascua para visitar la ermita y la pinada. Además, también dispone de una zona de juegos y está habilitada para meriendas en grupo y permite acercarse al Castell Vell, origen de la ciudad.

Sant Roc

Ermita casi de obligada visita para quienes acuden a la Romeria de les Canyes durante las fiestas de la Magdalena. Es un lugar ideal para disfrutar de comidas o meriendas en familia por la zona recreativa de que dispone. Está en la zona agrícola de la ciudad, muy cerca del casco urbano.

Almassora

Les Revalladores

Zona recreativa situada junto a la finca del Milionari y el antiguo azud de Burriana, que se conoce como les Revalladores. Se accede por la calle Boqueras. La rehablitación reciente ha equipado con mesas, papeleras y una torre mirador un área que unos años atrás fue de visita obligada para muchos almazorenses en Pascua. Es el punto de partida de la ruta del Riu Amunt que va hasta la ermita de Santa Quitèria y continúa hasta el paraje del Termet de Vila-real.

Parque de Les Revalladores situado en Almassora.

L’Assut de Santa Quiteria

Está situada en el entorno de la ermita de Santa Quiteria, junto al camino que le da acceso y cerca del azud comunitario de Almassora y Castellón. Dispone de mesas y papeleras, a la sombra de los pinos ideales para disfrutar de una tarde con niños pequeños aunque teniendo en cuenta que cerca está el Millars. Desde allí una pista de tierra da acceso a la ribera del río. La tranquilidad del lugar invita a pasear por la ribera, contemplar y pasar por debajo del puente medieval y acabar remontando hasta la ermita por unas escaleras de piedra.

Vila-real

Termet de la Mare de Déu de Gràcia

Es el espacio verde más emblemático de la ciudad y, además, un lugar de referencia para cientos de familias. La amplia zona recreativa, con juegos infantiles para diferentes edades y mesas dispersas, convierten al Termet en un lugar ideal para comer la mona o para disfrutar de un día en el campo sin salir de la ciudad. Podéis difrutar también de un paseo por la senda peatonal del Botànic Calduch que recorre el río Millars por su margen derecha desde prácticamente el Molí l’Ermita hasta el puente medieval de Santa Quiteria.

Imagen de El Termet situado en Vila-real

Onda

Castell y Ermita de El Salvador

Dos lugares emblemáticos para la ciudad por su valor cultural, ambiental e histórico. El Salvador, además, se mantiene junto con el Parc de la Ceràmica como epicentro del programa Viu la Pasqua a Onda, donde encontraréis juegos tradicionales, talleres infantiles y actividades lúdicas de 17.30 a 20.30.

Burriana

Clot de la Mare de Déu

Excelente espacio para dar un paseo. Por el camino te acompañarán chopos, sauces y juncos, entre otra vegetación típica del bosque de ribera, mientras que por el agua los más pequeños podrán ir observando a peces, patos y aves acuáticas. A la hora de comer la mona podéis sentaros, por ejemplo, en los alrededores de la ermita de la Misericordia o en la explanada que rodea la Torre del Mar, ya en la desembocadura.

El Clot de la Mare de Déu de Borriana ofrece unas maravillosas vistas a todo aquel que se acerque a disfrutar de él.

Benicàssim-Orpesa

Vía verde

Si todavía no la conoces, este recorrido siguiendo el antiguo trazado ferroviario es un regalo para los sentidos. O al menos para el de la vista por las espectaculares perspectivas que ofrece del mar Mediterráneo. Cada vez son más quienes utilizan algunos de los puntos de su trazado que lo permiten para comer la mona. También hay que decir que suele estar muy concurrida de senderistas y ciclistas, especialmente en fechas señaladas como estas de Semana Santa y Pascua.