Los principales destinos turísticos de Castellón registraron ayer una buena actividad, tanto en la costa como en el interior. Al menos, durante la mañana y el mediodía. Las restricciones que impiden la llegada de visitantes de fuera de la Comunitat y la obligación de cierre de locales de hostelería a partir de las 18.00 horas no frenaron a la gente, que no quiso desaprovechar estos días para hacer una escapada de proximidad.

A diferencia del jueves, jornada todavía laborable en el territorio autonómico, el Viernes Santo revitalizó terrazas y restaurantes. Una estampa que esperan repetir hasta el lunes, cuando finaliza este periodo festivo de primavera.

Donde hay más diferencia es en la modalidad de alojamiento. En casas rurales la ocupación ronda el 90% y los empresarios prevén una facturación que ayude a recuperar la nula actividad del año pasado. En este sentido se manifiesta Joaquín Deusdad, presidente de Temps, la asociación de alojamientos, restaurantes y experiencias turísticas de interior de la Comunitat. «En nuestro hotel, en Cinctorres, tenemos cifras históricas, desde el día 1 hasta el día 11, estamos al 95%», destaca. 

En una línea muy similar se expresan desde la Oficina de Turismo de Morella. «Trabajamos en cifras de ocupación de entre el 90 y el 100%», concreta Amparo Quesada, coordinadora Turismo. 

Visitantes en Morella, el Viernes Santo. Javier Ortí

Pocas plazas en la costa

Los hoteles de la costa no registran la misma vitalidad. En Peñíscola, el presidente de Agretur, Francisco Ribera, asegura que está resultando una Semana Santa «muy floja» y que la ocupación «ronda entre el 35 y 40% para estas tres noches», detalla. Y eso que solo hay disponible alrededor del 25% de las plazas totales. Un factor importante para esta elección es que los hoteles ofrecen servicio de cena para los clientes. Peor le va a los apartamentos. 

En Benicàssim solo la tercera parte de plazas hoteleras están abiertas durante estas fechas, mientras que los cámpings cuentan con más actividad. La terrazas ofrecen un buen aspecto gracias a la gente que se acerca de localidades próximas.

Terraza llena en Benicàssim. Frank Palace

En cambio, en Orpesa apenas hay dos hoteles abiertos y son los pocos comercios y la hostelería disponibles los que aguantan como pueden con la llegada de visitantes de la Comunitat.

Por otro lado, el Grau de Castelló también contó ayer con movimiento en las horas centrales del día para aprovechar momentos de ocio y el tiempo agradable. Aun así, el cierre nocturno hará que la facturación sea de apenas el 30% respecto a la Pascua del 2019. 

Movimiento de paseantes en la zona litoral de Castelló Frank Palace