La Diputación de Castellón ha sacado este miércoles a la luz una obra del artista Ripollés que encargó la corporación, bajo el gobierno del Partido Popular de Carlos Fabra en el año 2000 y quedó abandonada en el cocherón de la institución provincial, pese a costar 23,2 millones de pesetas o casi 140.000 euros actuales.
La creación, titulada Canto a Castellón y a sus pueblos está conformada por un gran mural de 29 metros de alto por 13,5 de ancho dividido en 8.000 pesadas piezas de cerámica y la intención pasaba por instalarla en la fachada del patio de Las Aulas.
No obstante, los técnicos desaconsejaron su colocación por tratarse de una macroestructura que podía originar problemas de seguridad y, además, contaba con el rechazo de los vecinos del edificio colindante por su peso.
Esto conllevó que finalmente su destino fueran 106 palets en el almacén de la Diputación que quedaron recubiertos de polvo por el paso de los años.
La obra se adquirió después del ofrecimiento por escrito realizado por la firma Artemas al entonces equipo de gobierno presidido por Fabra, en el que textualmente se decía que era un mural «para completar la colección artística de la Diputación, que carece de obras que, como la presente, es factible de ser instalada en un exterior, lo que puede permitir a la Diputación Provincial ofrecer a los castellonenses a posibilidad, en el caso de que así se haga, de disfrutar de un espacio sugerente, pleno de goce vital, al aire libre».
"140.000 euros tirados por el suelo"
La diputada de Patrimonio, María Jiménez, ha declarado que "después de los 21 años transcurridos desde la adquisición del mural, nos encontramos ante unos hechos que son responsabilidad del equipo de gobierno del Partido Popular" y critica que "las 8.000 piezas abandonadas en el cocherón representan la imagen de casi 140.000 euros tirados por el suelo por la dejadez de los anteriores equipos de gobierno del Partido Popular en la Diputación de Castellón".
El hallazgo
Los operarios de la corporación han encontrado esta estructura mientras acometían la adecuación de las instalaciones del cocherón, que presentaba un estado de importante deterioro, para ubicar en su interior un almacén para abastecer a los ayuntamientos con productos de Equipos de Protección Individual (EPI) mientras dure la pandemia, entre otros servicios,
Mientras, la diputada de Cultura, Ruth Sanz, se ha sumado a las críticas de Jiménez y calificó de "un despropósito" la acción, aunque matizó que "no ponemos en duda en duda el valor de la obra de Ripollés, un artista de reconocido prestigio, pero es obvio que lo que hicieron los anteriores gobiernos del PP con este asunto fue echar por tierra los recursos públicos de la Diputación y de las ciudadanas y ciudadanos de la provincia de Castellón".
El futuro
Sobre el futuro de la creación, la diputada ha insistido en el término “chapuza” a causa de la existencia de fichas y moldes numerados “que no concuerdan a pesar de llevar impreso el mismo dígito", lo que ha llevado a los técnicos a advertir que "incluso, unir todas las piezas, resultará muy complicado".
Asimismo, Sanz hizo hincapié en que el coste de la obra se asemeja a los 150.000 euros que la Diputación empleará este año en la redacción del proyecto de ejecución para la rehabilitación del Santuario de Sant Joan de Penyagolosa.
