El mes de abril y sus lluvias han supuesto una buena noticia por lo que respecta a las reservas de agua en la provincia, pero a su vez ha activado todas las alertas en otro aspecto, el del riesgo de proliferación de los mosquitos, razón por la cual, según señalaron ayer desde la Diputación de Castellón, los equipos de fumigación dependientes del plan provincial para su control están supervisando de manera permanente los «puntos calientes» para dar una respuesta anticipada e inmediata en el caso de detectar esa necesidad.

La diputada responsable del área, María Jiménez, incidió en que este dispositivo de gestión de plagas «se encuentra activo durante todo el año», pero ante la gran cantidad de precipitaciones de las últimas semanas y la llegada de las altas temperaturas, «estamos vigilando en especial las zonas de marjal, para detectar la creación de nidos de dípteros y tratar de liquidarlos» antes de su eclosión.

Entre los medios que la Diputación ha puesto a disposición del plan contra los mosquitos destacaron ayer el vehículo anfibio, «que permite introducirse en zonas de humedales y puntos donde la mano del hombre no llega». Aunque, como confirmó Jiménez, toda la maquinaria «ya está movilizada» para garantizar una respuesta «inmediata».

Encuentros municipales

La experiencia en este campo ha demostrado que solo las acciones coordinadas son realmente efectivas, razón por la cual desde el área de Medio Natural anuncian que van a organizarse encuentros con los técnicos de los ayuntamientos y los responsables políticos --como ya se hizo anteriormente-- para definir de forma conjunta las prioridades y necesidades de la campaña provincial antimosquitos que, como recordó María Jiménez, cuenta con un presupuesto superior al millón de euros.

En las actuales circunstancias meteorológicas, el riesgo de aparición y proliferación de mosquitos se ha multiplicado de manera exponencial.

La diputada remarcó que se trata de «sumar fuerzas para que las acciones que llevemos a cabo sean más efectivas y reduzcan la afección en las personas». La implicación de los consistorios es esencial, además, porque «son al fin y al cabo los que mejor conocen el terreno de sus términos y los que mejor nos pueden señalar dónde hay que intervenir».

Como ya avanzó este periódico, en las actuales circunstancias meteorológicas, con episodios de lluvia y calor sucesivos, el riesgo de aparición y proliferación de plagas de mosquitos se ha multiplicado de manera exponencial.