El skyline de Castellón vuelve a estar marcado por las grúas. La obra nueva despierta gracias al auge de las promociones de suelo residencial, ya no solo de unifamiliares, sino también de bloques, tanto de vivienda habitual como de apartamentos. Así lo corrobora el presidente de la patronal provincial de la construcción Apecc, Fernando Alfonso, y lo ratifican las estadísticas del Ministerio de Fomento del primer trimestre. Las promociones inmobiliarias que se iniciaron tímidamente en los últimos meses han ido a más y este arranque del 2021 en la provincia es el mejor en una década.

De enero a marzo los promotores de Castellón, a través del Colegio de Aparejadores, han tramitado permisos para iniciar la construcción de 351 viviendas, justo el triple que en el mismo periodo del 2020, cuando se registraron visados para 120 --en un tiempo de apenas incidencia por la pandemia, dado que el estado de alarma se decretó a mitad de marzo--. Es una cifra, además, que no se ha visto en años y habría que remontarse al 2011 para encontrar un volumen superior, con 411 viviendas proyectadas. 

Bloques en altura, récord de la década

Pero sin duda es llamativo el auge de las promociones en bloque, las plurifamiliares, con 314, la más alta en una década, y con un especial incremento en marzo. Solo en este trimestre analizado, Castellón ya ha tramitado la mitad de visados para viviendas en altura que en todo el 2020.

Según los constructores, la superficie media de estos pisos que se van levantado ahora es superior a hace unos años. Ya no son los 70 m2 sino que rondan los 90 m2, si bien el abanico es variado y abarca desde los 94 a los 115 m2, en los proyectos más recientes.

En cuanto a las habitaciones, «suelen ser de tres, ya no se edifican tanto como antaño, que había muchas de dos e incluso de una, de estudio», apunta Alfonso. Y, como no, «vuelven a contar con terrazas, salvo excepciones, también en Castelló capital». Otro distintivo es que estos nuevos inmuebles cumplen a rajatabla el aislamiento térmico y en general los certificados energéticos que marca el código técnico de edificación, revisado hace escasos meses.

En lo que respecta a unifamiliares, son 37, y también existe un boom de su construcción, sobre todo a raíz de la pandemia --al buscar más espacio al aire libre y algo de terreno o jardín--, tanto de autopromoción de particulares como de empresas. Una tipología con 200 m2 de media.

El sector reclama incentivos para los jóvenes

¿Y por qué tantas grúas de nuevo? «Tenía que crecer la obra nueva, ha supuesto un buen espaldarazo para el sector», remarca el máximo dirigente de Apecc. Con todo, echa en falta dos incentivos: para el acceso de los jóvenes a la vivienda y que se promuevan las de carácter protegido.

«Dado el contexto actual, los jóvenes carecen de ahorros. Sería interesante iniciativas como las de las Administraciones autonómica en Murcia --que avala a menores de 35 años el 20% del valor de la vivienda que quieren comprar, la entrada-- o los incentivos que ofrece Andalucía». En opinión de Alfonso, «es una pena que la Generalitat se haya olvidado de la VPO de nueva construcción, cuando hay mucho suelo calificado para ello».

Ojo al coste de los materiales y la normativa energética

El presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España y hasta hace poco decano castellonense, Alfredo Sanz, cita que las perspectivas para este 2021 son positivas, en base al reciente informe Diagnóstico de la Construcción (elaborado junto a Richs Economics). «La mejora será gradual, según avance el año, sobre todo, en el sector residencial privado, que impulsará el mayor crecimiento en Castellón-Comunitat, Cataluña y Baleares. El margen de beneficio seguirá bajo presión, por el incremento de costes, sobre todo, de materiales en torno al 4%», avanza. La llegada de los fondos para rehabilitación energética constituirá otro motor; frente a la falta de financiación, demanda y mano de obra cualificada, que son hándicaps, «junto al tapón de la burocracia: hay ayuntamientos donde se tarda dos años en obtener una licencia: más que en construir un edificio».

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El auge de la construcción en Castellón está generando situaciones en las que las empresas llegan a tener dificultades para encontrar mano de obra, ya sea cualificada, o no. «Buscamos personal para todo tipo de puestos: desde peones a oficiales de primera, etc.», manifiestan desde la patronal castellonense Apecc. Como anécdota, recientemente, se organizó un curso de prevención de riesgos laborales dirigido a futuros trabajadores de las obras en marcha, llegados de la agricultura, zonas del interior, pero finalmente muchos cancelaron la asistencia. ¿El motivo? Les acababan de avisar en los días previos para incorporarse a negocios de hostelería. Muchos, en paro, habían decidido virar hacia el ladrillo, en busca de un sustento, pero el sector turístico de nuevo ha vuelto a ser motor de empleo, a medida que se han relajado las restricciones por el covid y ampliado horarios. Mientras, en la construcción, siguen buscando empleados y aguantan el tirón.


La patronal Apecc destaca el inusual ritmo de visados para suelo residencial