Los emprendedores que llevan a cabo iniciativas en las localidades del interior para luchar contra la despoblación son, para el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí «una especie a proteger por los administradores públicos, porque la labor que realizan en sus comarcas es muy importante». Así lo indicó ayer en Jérica, donde asistió a la inauguración del hotel de la localidad, una instalación de 32 habitaciones y tres estrellas de categoría, fruto de la colaboración público-privada, ya que se trata de una instalación municipal con una concesión de siete años.

Para el dirigente provincial la apertura de hoteles que se produce en algunos pueblos de la provincia resulta esperanzadora, «porque tenemos un interior magnífico que, paradójicamente, todavía resulta muy desconocido para las personas que viven, por ejemplo, en la Plana». Por ello, mostró confiado en que una iniciativa como la que representa este hotel «ayude a llevar al Alto Palancia a más personas de Castellón, que se conserve o mejore el actual volumen de visitas desde Valencia y, por qué no, que consigamos atraer a público de otras partes de España».

La reapertura está liderada por los emprendedores Kike Peris y Silvia Belmonte. La directora será Sara Mundi, diplomada en Turismo y con una amplia experiencia.

La reinauguración contó con la presencia del alcalde de Jérica, Jorge Peiró, junto a integrantes de su corporación; el presidente de la Mancomunidad del Alto Palancia y alcalde de Sot de Ferrer, Ramón Martínez; el diputado autonómico, Miguel Barrachina; la diputada provincial, Nieves Martínez; la alcaldesa de Viver, Nieves Simón; el alcalde de Benafer, Juan Ramón Ruiz; la alcaldesa de Castellnovo, Carmina Gil; el alcalde de Soneja, Benjamín Escriche, y el alcalde de Geldo, David Quiles. Un amplio y «merecido» soporte institucional, según destacó Martí.

Inversión en Altura

También en el interior, la Diputación ha invertido 160.000 euros en la rehabilitación de la Casa del Latonero, situada en el Santuario de la Santa Cueva de Altura. José Martí, junto a la diputada de Cultura, Ruth Sanz, y la alcaldesa de Altura, Rocío Ibáñez visitaron la actuación. Esta obra de remodelación ha sido una colaboración entre la corporación provincial y la Parroquia de San Miguel de Altura con el objetivo de conservar el patrimonio histórico del santuario, fomentar el turismo y, además, activar la economía de la localidad.