Estaremos de acuerdo en que concluir los estudios de una Ingeniería de Telecomunicaciones no es tarea fácil, pero el joven castellonense David Soler no solo ha cursado esta carrea con éxito, sino que lo ha hecho siendo el tercer mejor alumno del ránking SEDEA (Sociedad Española De Excelencia Académica).

Nacido hace 25 años en Castelló, David estudió en el Colegio de la Consolación de la capital de la Plana desde Infantil hasta segundo de Bachiller, momento en el que comenzó su andadura en la Universitat Politècnica de València, en su campus de Gandía. “Elegir ese campus fue una de las mejores decisiones que pude tomar porque creo que buscan más el aprendizaje de los alumnos que en otras universidades”, asume el laureado alumno, que actualmente cursa en la UJI un máster de educación secundaria pese a su dilatada trayectoria profesional.

"Me llena más ser profesor que estar en una oficina, por mucho que en una oficina gane tres o cuatro veces más"

Y es que pese a contar solo con 25 años, David ya ha hecho prácticas en la empresa Repol, trabajado en Endesa, en una empresa de ingeniería acústica y actualmente en Eventscase, una empresa con sede en Londres y Castelló que desarrolla una plataforma para eventos online. “Ofrecemos una solución para gestionar eventos híbridos presenciales y digitales. Tras el Brexit vinieron con todo el equipo técnico y ya somos más de 70 trabajadores”, afirma el protagonista, que pese a que tiene una vocación por la docencia, alargará más su experiencia profesional “por lo cómodo que estoy con esta empresa. A medio plazo me gustaría ser profesor y por eso estoy cursando el máster en la UJI, pero ahora estoy bien así, es una experiencia muy enriquecedora”.

Sobre el premio concedido por el ránking SEDEA confirma David que vio “la iniciativa en un anuncio, subí mi currículum y expediente académico y me llamaron”. La nota media que obtuvo este excelente alumno en la universidad fue “de un 8,6 aproximadamente. Obtuve el premio al mejor grado de mi clase”. Sin embargo, antes de su experiencia en estudios superiores tampoco destacaba sobre manera: “En la Consolación no solía sacar más de 7. Era un estudiante normal, pero el secreto en la carrera fue que la disfruté, no creo que estudiara más que en Bachillerato, pero la clave era ser regular. Algunos compañeros eran buenísimos en algunas asignaturas, pero yo sin destacar tanto en una, era bueno en todas”.

David ha sido por tanto un gran alumno y será a buen seguro un inmejorable profesor, como lo es su padre, que le ha insuflado la pasión por la educación al ser director del IES La Plana. Por ahora ‘mata’ su gusanillo con el movimiento de Consolación por el Mundo desde hace una década, pero no tardará en hacerlo en las aulas: “Descubrí que me llena más eso que estar en una oficina, por mucho que en una oficina pudiera ganar tres o cuatro veces más”.