Casi 200.000 castellonense de 11 municipios, el 34% de la población total de la provincia, vivirán durante tres semanas en toque de queda desde las 01.00 a las 06.00 horas, tras el aval del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) a la petición del Consell. La limitación a la movilidad nocturna entrará en vigor a partir del domingo por la noche y estará vigente hasta el 16 de agosto, las semanas de más actividad del verano. Afectará a a 77 localidades de la Comunitat en alerta máxima por coronavirus, que representan la mitad de la población valenciana, 11 de ellas en la provincia de Castellón: Benicàssim --que ya tiene esta medida en vigor--, Vinaròs, Peñíscola, Alcalà, Torreblanca, Orpesa, Burriana, Vila-real, Onda, Borriol y Almenara.
El TSJCV considera que son medidas «equilibradas», pues se derivan de ellas «más beneficios para el interés general --contención de la pandemia-- que perjuicios sobre otros bienes o valores en conflicto», al tiempo que cumplen el «juicio constitucional de proporcionalidad». «La experiencia práctica que ahora tenemos y se pone de manifiesto en las justificaciones de referencia es que medidas más laxas que las que aquí se trata no han funcionado correctamente», apuntan los magistrados, que citan en apoyo de esa conclusión un informe de la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a la Comunitat.
Los municipios afectados por el toque de queda han acogido la decisión con cierta resignación, confiando en las directrices de los expertos para lograr reducir el avance del virus. Por su parte, desde el PP provincial exigieron a la Diputación ayudas para los municipios y empresas afectados por las pérdidas que ocasionará el toque de queda nocturno.
Prolongación de las restricciones actuales
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, volvió ayer a llamar a «la prudencia y el sentido común», tras la reunión de la comisión interdepartamental en la que se acordó mantener la limitación a diez personas como máximo en las reuniones sociales, que también recibió el aval del TSJCV al afectar a derechos fundamentales, y prorrogar las restricciones actuales con tres modificaciones que reducen los aforos de un 75 a un 50% en interiores de espectáculos y celebraciones, de manera que se pasa de 2.000 a 1.500 personas, y deberán concluir a las 00.30 horas.
Además, la capacidad en los recintos deportivos queda limitada al 50% en interiores, con un máximo de 1.500 personas, y en piscinas recreativas el aforo interior baja al 50%. El ocio nocturno seguirá cerrado y el sector ya da por perdido este verano en el que tenía las esperanzas puestas.
Hospitalizados
Estas medidas, que sitúan a la Comunitat como una de las autonomías con las restricciones más severas, responden a la preocupante situación epidemiológica. Prueba de ello es que desde mediados de marzo no había tantos valencianos hospitalizados por covid-19, aunque los 558 actuales, 60 de ellos en la provincia de Castellón, están lejos de los 4.777 de finales de enero. En este sentido, Puig alertó de que casi el 40% de pacientes críticos tiene entre 35 y 50 años.
En cuanto a las fallas, Puig afirmó que ahora se está «muy lejos» de la posible celebración de las s mismas en referencia a las de València, donde están previstas a principios del mes de septiembre, ya que Benicarló y Burriana las han programado para octubre. Informan J. Flores, I. Calpe, M. Á. Sánchez y J. F. Roca.
El 90% de los casos son de la variante delta
El presidente de la Generaltiat, Ximo Puig, desveló ayer que la variante delta de coronavirus, cuya capacidad de contagio «es enorme», supone ya el 90% de los contagios en la Comunitat. Por tanto, la variante británica, que ya era más contagiosa que la primera que circuló, ya es minoritaria.
De ahí que el jefe del Consell insistiera una vez más en el uso de la mascarilla siempre que se pueda, porque es «la protección más importante», aunque destacó que gran parte de los valencianos ya lo hace.
Por tanto, el hecho de que la variante delta, originaria de la India, se propague a gran velocidad, corrobora las previsiones de los expertos, que abogan por mantener las distancia social.
