Castellón cuenta con un sinfín de opciones de excursiones en barco con salida desde los diferentes puertos de la provincia. Si lo que buscas es desconectar y una experiencia diferente este verano, el mágico e imponente destino de las Islas Columbretes no es el único, y la oferta abarca desde salidas en golondrina o catamarán de solo 30 minutos a otras de mayor recorrido. Y los ingredientes extra: desde baños en alta mar al buceo o simplemente el placer de contemplar de cerca patrimonio de alto nivel como el castillo de Peñíscola. Las compañías especializadas en este producto turístico ofrecen cada vez más rutas para disfrutar de la brisa marina y de las vistas de la costa, de aromas y sonidos. Pero no solo esto. La actividad deportiva va implícita en parte de estas opciones, al igual que conocer el patrimonio histórico y natural con las detalladas explicaciones al micrófono del guía de la embarcación.

Ruta en barco y visita a tierra, con seguridad frente al covid-19, en las Islas Columbretes. Mediterráneo

¿Por dónde empezar? Salir a conocer la reserva marina y natural de Columbretes (desde los puertos de Castelló, Orpesa, Peñíscola o Alcossebre), recorrer la reserva marina de la Serra d’Irta en Benicarló-Peñíscola, el castillo de Peñíscola, el faro y los acantilados de Orpesa, atardecer en Orpesa o ruta hacia Benicàssim con baño mar adentro, frente al Voramar. Desde Peñíscola también salen golondrinas hacia el Delta de l’Ebre (Tarragona).

Vista de los acantilados de Orpesa y la Torre Colomera, desde una de las golondrinas de excursiones Mediterráneo

Islas y fondos marinos

Las Columbretes constituye un archipiélago de pequeñas islas de origen volcánico, en el mar Mediterráneo, a unos 49 kilómetros de distancia desde Orpesa, y dependiendo del puerto de salida se tarda entre dos o tres horas en llegar. Del 1 de julio al 31 de agosto es temporada alta y se puede visitar la Illa Grossa. Las golondrinas salen desde los puertos de Castelló y Orpesa (Clavel 1) y Peñíscola (Sergi 1); y los chárter con todo incluido (comida), desde Castelló (Casamar o Rovireta) y Alcossebre (Barracuda). 

En estas y otras excursiones por el mar prima la prevención frente al virus del covid-19 con mascarilla, gel hidroalcohólico...

La visita a tierra es gratuita y guiada o acompañada por el personal de la reserva natural , aunque existen unos horarios establecidos y un cupo de visitantes diario y mensual. Todo el trayecto está expuesto al sol, por lo que se aconseja llevar agua, crema solar, gafas de sol, gorro y zapatillas.

No se puede comer (sí en el barco) ni fumar en tierra. No se necesita permiso para bucear a pulmón, pero en ningún sitio se hace pie y está prohibido agarrarse a las rocas o perjudicar los fondos marinos, según indican desde la Conselleria de Transición Ecológica, gestora. Los barcos suelen partir hacia las 16.00 horas rumbo a Castellón tras dar una vuelta por el resto de las islas (opcional).

La Torre del Rey y el faro de Orpesa, una de las bellas imágenes que se pueden ver en el 'tour' marítimo. Mediterráneo

Saga familiar

Boni y Lucía están al frente de Golondrinas Clavel. A Lucía Ayza la pasión por este turismo enraizado en las bondades y el encanto único del mar le viene de familia, pues su padre fue el fundador de esta veterana compañía que actualmente ofrece tours con salida desde tres puntos del litoral castellonense. Desde los amarres del puerto deportivo de Castelló, en la plaza del Mar, se inicia la ruta a las Islas Columbretes, a cargo del catamarán Clavel I.

Lucía Ayza, de Golondrinas Clavel --que fundó su padre--, en Columbretes. Mediterráneo

«Con inicio en el puerto deportivo de Orpesa, con Clavel I, realizamos varias excursiones a Columbretes; al faro y playas de Orpesa; y a los acantilados de Orpesa a Benicàssim, con vistas a torres como la Colomera y baño mar adentro --a la altura de Voramar--, y descubriendo en el recorrido las vistas desde el mar de la Renegà o Platgetes de Bellver», relatan.

Baño en alta mar, frente a la costa de Benicàssim, a la altura de Voramar. Mediterráneo

Su tercera base es el puerto pesquero de Peñíscola, y desde allí, «todos los días, en verano», la golondrina permite a sus pasajeros descubrir desde otro punto de vista la Ciudad en el Mar y su majestuoso castillo (residencia del Papa Luna Benedicto XIII), a través de un pequeño crucero de 30 minutos de duración aproximada. «Se puede contemplar la fortificación, su famosa escalera, el Bufador. Las profundas cuevas y toda la enorme roca sobre la que se asienta la histórica, única y monumental Peñíscola», dicen.

Y siguiendo de la mano de los aventureros del mar, la otra compañía referente de golondrinas turísticas en Castellón es Cruceros Costa Azahar, con el Sergi I como emblema y base en el puerto de Peñíscola.

Sergio Vizcarro, el patrón del barco turístico ‘Sergi I’, rumbo a las islas. Mediterráneo

Sergio Vizcarro, su patrón y gerente, atesora una larga experiencia y organiza viajes en catamarán a Columbretes, al castillo de Peñíscola (30 minutos en golondrina, a diferentes horas, «y cada día, si el mar está bien»), a la Serra d’Irta y Delta del Ebro (a Sant Carles de la Ràpita, en Tarragona). 

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Experiencias únicas

En la cartera del Sergi I consta la experiencia de ver el atardecer de Peñíscola desde el mar (dos horas de velada con música chill-out y cóctel, para combatir el estrés), o viajes personalizados con familia y amigos, sujeto al covid-19. El paseo por la Serra d’Irta parte del puerto de Peñíscola en dirección a Benicarló y se visitan los acantilados, llegando a la Torre Badum. Allí el barco para junto a unas boyas, en alta mar, y los ocupantes se pueden dar un baño «frente a unas calas»; y al regreso, se ve el castillo y las playas. «Son dos horas, de 17.00 a 19.00 horas, a diario», explica. «La demanda está complicada por el covid. En el barco caben 150 pasajeros y no hay restricción de aforo, pero llevamos máximo 70. Viene solo turista nacional (Valencia, Alicante, Zaragoza, etc.); franceses, ninguno. La temporada fuerte arrancó hace 10 días y esperamos terminar a finales de agosto. La campaña habitual era más larga y abarcaba desde Pascua hasta el 31 de octubre. Ojalá pronto volvamos a poder ofertarla», reflexiona.