El reciente verano turístico en Castellón ha experimentado una evolución positiva respecto al año 2020, pero los indicadores siguen a una gran distancia respecto a la temporada alta anterior a la pandemia. Así lo indica el análisis efectuado por la patronal autonómica Hosbec. El balance del tercer trimestre de este año muestra como mejor dato las 24.174 plazas hoteleras abiertas, una disminución de apenas del 3,9% respecto al 2019, pero la caída de pernoctaciones fue más abultada, del 18,9%.
El empleo es el otro gran damnificado de la campaña estival. El número de personal contratado fue de 2.802 personas, lo que supone una reducción del 23,3%. Ante este panorama, esta entidad insiste en expresar su oposición al proyecto de crear una tasa turística en la Comunitat, que tiene como principales defensores en el seno del Consell a Compromís y Unides Podem. Para Hosbec, «no hay ningún margen ni en la producción ni en el mercado que permita albergar una tasa turística sin consecuencias desastrosas» por lo que consideran que la prioridad para el gobierno valenciano debe ser «garantizar una recuperación de actividad y empleo en los presupuestos para 2022», que previsiblemente serán aprobados en un pleno extraordinario del Consell en la jornada del miércoles.
«No hay ningún margen ni en la producción ni en el mercado que permita albergar una tasa turística sin consecuencias desastrosas»
Visitante nacional
La radiografía al sector entre los meses de julio a septiembre también expone que Castellón «ha funcionado mejor que otros destinos gracias a su posición respecto a los turistas nacionales». En este periodo del 2021 acudieron a los hoteles de la provincia 396.461 visitantes españoles, cerca de los 413.691 del 2019. En cambio, los extranjeros no han regresado al mismo ritmo: el pasado verano acudieron 46.323, lo que supone un descenso del 37% sobre la campaña previa a la pandemia de covid.
Retroceso en la Comunitat
En cuanto a los resultados del conjunto de la Comunitat, hubo una caída de más del 23% de pernoctaciones hoteleras, con una pérdida del 13% de turistas, y casi el 20% del personal empleado no pudo reincorporarse a su puesto de trabajo. La temporada de verano dejó al 5% de establecimientos sin poder abrir sus puertas, representado el 8,4% de las camas.
Los peores resultados se dieron en aquellos lugares del territorio autonómico con mayor dependencia del visitante extranjero, con Benidorm como principal perjudicado. "Es el destino que más ha sufrido durante este primer verano de cierta normalidad. Los datos reflejan una pérdida del 42,4% de las pernoctaciones hoteleras, siendo su causa principal la pérdida de turistas y pernoctaciones de extranjeros. Los españoles se han mantenido en cifras cercadnas a las de 2019, pero la ausencia del mercado internacional ha marcado el verano en la capital turística de la Costa Blanca", indicaron desde Hosbec.
