Decenas de castellonenses tienen el alma en vilo por lo que está sucediendo en Ucrania. Sin ir más lejos, los más de treinta socios de la asociación niños de Ucrania de Castellón Aniukcas. Familias de Castellón que acogen en verano a niños procedentes de la exrepública soviética para paliar los efectos en su salud de la catástrofe de Chernóbil.

Tanto los niños que vienen aquí, como sus padres y hermanos, «para nosotros son como nuestra familia. Se crea una situación muy íntima y personal y vivimos con muchísima preocupación la situación», explica Ernesto Domenech, secretario de  Aniukcas, asociación que lleva a cabo el programa de salud por el cual castellonenses acogen a niños ucranianos para paliar las secuelas de Chernóbil. 

Continuidad del programa de salud

Teme que se produzca una situación en la que no puedan venir en verano. En 2020 y 21 no pudieron hacerlo por el covid.

«Lo más grave sería si estalla el conflicto armado, que afectaría a los niños, familias y todo el entorno. Este verano no sabemos cómo estará la legislación para que puedan venir, pero estamos trabajando para que así sea", señala, aunque matiza que en Ucrania no se está vacunando a los menores de 12 años. También tratan de averiguar si pudiera venir la familia entera esos tres meses aquí si la situación se complica", añade.