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Solidaridad

De Ucrania a Castellón huyendo de la guerra

Una castellonense consigue traer a Castelló a las dos adolescentes que acoge en verano y a su abuela, justo una semana antes del estallido de la invasión, para protegerlas

María y Katya reciben siempre el afecto de la familia de Martina. Mediterráneo

La castellonense Martina Tárrega no lo dudó. Llevaba semanas mirando con gran preocupación las noticias que llegaban de Ucrania, las seguía a diario porque parte de su corazón y de su pensamiento estaban con las dos adolescentes que acoge todos los veranos dentro del programa Vacaciones saludables que gestiona en la provincia la Asociación de Niños de Ucrania de Castellón, Aniukcas.

Justo una semana antes de que las tropas rusas invadieran Ucrania consiguió que las dos chicas, María y Katya, junto a su abuela, que es quien se encarga de cuidarlas, volaran hasta Castelló.

Martina junto a las dos chicas ucranianas de acogida. Mediterráneo

«Ahora tienen 16 y 18 años y llevo acogiéndolas siete años, son nuestra familia», asegura Martina, quien cuenta cómo se puso en contacto con la abuela de las niñas para ver si era posible que se cogiera algunas vacaciones y así no perder su trabajo por si, finalmente, no estallaba la guerra, para venir hasta aquí. Afortunadamente así fue y ahora están lejos de los bombardeos rusos.

Marco legal

«Han venido como turistas y dentro de 90 días se les caduca el permiso, espero que este asunto se pueda resolver pronto y no se encuentren en una situación de ilegalidad», señala esta castellonense que sufragó por cariño todos los gastos derivados del viaje hasta España de las chicas y su abuela, que viven en una zona cercana a Chernóbil.

Martina lleva siete años acogiendo en verano a estas dos chicas. Mediterráneo

«Han venido como turistas y dentro de 90 días se les caduca el permiso, espero que este asunto se pueda resolver pronto y no se encuentren en una situación de ilegalidad»

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«Mis tíos traían a un niño todos los años y un día fuimos a una concentración y ahí conocí a la hermana mayor que me contó que sufría porque al año siguiente ya no pudiera venir y así pasó, por lo que yo decidí acogerlas al otro verano», explica esta castellonense, que tiene un hijo de dos años y que considera a María y Katya como dos integrantes más de su familia.

Mirando a Ucrania

Todos los miembros de la asociación Aniukcas están muy pendientes del estado en el que se encuentra la quincena de niños que como estas dos adolescentes suelen venir a pasar el verano a la provincia. Su presidente, Ernest Doménech, ya explicó a Mediterráneo que su intención es poder viajar hasta Polonia para cruzar la frontera cuando las autoridades lo aconsejen para ir a rescatar a todos estos niños, que proceden de familias desestructuradas, y sacarlos del horror de la guerra.

Desde esta entidad aclararon que nunca han hecho un llamamiento masivo a la acogida de menores, después de que un mensaje móvil en este sentido se haya hecho viral.

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