La de ayer fue la jornada de estreno de la nueva ruta aérea que ofrece el aeropuerto de Castellón. Una conexión directa con Bruselas que tendrá una frecuencia de dos vuelos semanales a cargo de la compañía Ryanair. Pero no es la única novedad que supone una ampliación de los servicios de las instalaciones castellonenses, pues también se ha reforzado la conexión con Bucarest, que desde ahora tendrá dos vuelos semanales, en este caso con Wizz Air.

Desde el aeropuerto recordaron ayer que los vuelos adicionales a las capitales belga y rumana vienen a sumarse a la ruta que ya se presta con doble frecuencia semanal a Londres-Stansted (también con Ryanair), que también se verá ampliada en breve. Concremente, a partir de junio, a los vuelos ya existentes cada martes y sábado, se unirá en verano el programado para los jueves.

Así, Castellón y Bruselas estarán conectadas por aire los jueves y los domingos, al igual que con Bucarest.

El conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, de cuyo departamento depende la gestión de la infraestructura aeroportuaria castellonense, incidió en que, tras la pausa que supuso la pandemia en el transporte aéreo internacional que, por descontado, afectó también a Castellón, ha llegado el momento de la «recuperación del tráfico comercial» con la progresiva activación de rutas y el incremento de las frecuencias.

Sevilla y Bilbao

Con la vista puesta en la mejora y ampliación de servicios, desde el aeropuerto se trabaja para retomar a partir del 2 de mayo los vuelos con Sevilla (con Air Nostrum), mientras que la conexión con Bilbao (Voltea) volverá a prestarse el 2 de junio, un mes en el que también está previsto que se activen otras rutas internacionales, concretamente europeas.

Según confirman desde el área de movilidad de la Generalitat, será a partir de junio cuando se pondrán en marcha tres rutas operadas por Wizz Air: las de Budapest, Katowice y Londres-Luton.

Así, el de ayer no fue cualquier día para Castellón. Los pasajeros del vuelo procedente de Bruselas-Charleroi fueron recibidos, como se ha convertido en costumbre en el estreno de las nuevas rutas, por el tradicional arco de agua que trazaron los camiones del servicio de bomberos del aeropuerto.