Mientras el clúster cerámico de Castellón está a la espera de conocer las decisiones del Consejo de Ministros para salvar a los sectores económicos más afectados por la crisis económica y la guerra, hay empresas que no pueden aguantar más y ya han optado por presentar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). El ritmo no cesa, y cada día hay de media una compañía que detiene parte de su producción, con el consiguiente efecto entre sus trabajadores.
En total son 25 las empresas que han presentado ante la autoridad de Empleo de la Generalitat un expediente de ERTE. Las últimas en hacerlo están localizadas en l’Alcora, Onda y Moncofa. A falta de unos días para concluir el mes de marzo, la segunda quincena ha sumado casi 1.300 asalariados. Desde que comenzó el 2022 son 3.612 los trabajadores afectados. Es el 22,5% de todos los empleados del sector. La mayoría está a la espera de que la autoridad laboral finalice el proceso, previa consulta con la parte sindical.
Temor a las extinciones
Por otro lado, la patronal que representa a los fabricantes de azulejos, Ascer, indicó que del 1 de enero al 15 de marzo ya eran 3.490 los empleados afectados. La semana pasada el presidente de la entidad, Vicente Nomdedeu, recordó que en estos momentos «son numerosos los expedientes que se están negociando y que van a presentarse en las próximas semanas, pudiendo llegar a convertirse en extinciones de empleo de no mejorar la coyuntura».
En la mayoría de los casos, las causas aportadas por las empresas para presentar un expediente de regulación temporal de empleo son los elevados sobrecostes por el incremento de los precios de la energía, especialmente, el gas natural, y la necesidad de reducir la producción para no verse obligados a fabricar a pérdidas.
Por tipos
Dentro de las diferentes industrias que componen el triángulo cerámico de Castellón, la mayoría de las fábricas que optan por los ERTE son fabricantes de baldosas, aunque en los últimos días se ha extendido el radio hacia las atomizadoras, que suministran de arcillas a los fabricantes. Son dos las empresas que entran en esta categoría.
Por el momento no hay constancia de que haya factorías de esmaltes y fritas que hayan dado este paso, aunque el presidente de su patronal (Anffecc), Joaquín Font de Mora, expresó que la paralización de hornos y los paros temporales serán inevitables. Además, todo el clúster prepara nuevos incrementos de precios ante el impacto del coste energético.
La negociación del convenio arranca en el peor momento
En medio de un panorama incierto sobre el futuro del sector, esta tarde arranca la negociación del nuevo convenio colectivo para las empresas de cerámica. Está previsto que la patronal Ascer y los sindicatos expongan sus primeras propuestas, que estarán marcadas por una coyuntura muy diferente a la de hace apenas un año, cuando comenzó a negociarse el anterior documento. Desde CCOO, Jordi Riera expuso que su postura será «que haya actuaciones para proteger los salarios y evitar la pérdida de renta entre los trabajadores». La dificultad para un acuerdo en el pasado año hizo firmar un convenio para solo el 2021, con una subida del salario adaptada a la inflación, cosa que ahora parece improbable repetir.
