Más del 60% de los desplazamientos que se realizan en el área metropolitana de Castellón se hacen mediante el vehículo propio. El plan de movilidad presentado el pasado verano por parte de la Conselleria de Transportes revela que el principal motivo que explica esta decisión está en las carencias del transporte público. Algo que se evidencia al comprobar que las líneas existentes enlazan directamente Castelló con municipios próximos, sin apenas posibilidad de favorecer la unión entre Almassora y Vila-real, o Burriana y Almassora, pese a la proximidad y la cantidad de servicios compartidos.
Desde hace años existe el proyecto del Bulevar de la Plana, con el fin de aprovechar el antiguo trazado de la carretera N-340, pero no parece que la obra pueda ser utilizada para generar una potente línea de autobús público que fomente estas conexiones, debido a la falta de espacio para crear carriles independientes de coches y de transporte colectivo. La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, indica el actual caso de los alumnos de bachillerato artístico. «Tienen que ir a Castelló a pesar de que también lo hay en Vila-real, pero no existe una red de transporte público adecuada», explica la munícipe, ya que la línea de Vila-real a Castelló solo cuenta con paradas en los polígonos de Almassora, sin enlazar con el núcleo urbano.
Sin intermodalidad
La otra carencia que detecta es el trayecto. Galí recuerda que el actual servicio «tiene parada en la plaza Borrull de Castelló, cuando lo lógico sería tenerla junto a la estación de tren, de modo que conecte con el Tram a la UJI, los trenes de larga distancia y otras líneas de bus. Localidades como Vila-real han presentado alegaciones para sacar más partido al Bulevar de la Plana y aprovechar las posibilidades de un vial que avanza muy lento.
El proyecto del bulevar surgió hace cinco años para mejorar la antigua N-340 y facilitar las conexiones entre Castelló y municipios cercanos. Las expectativas no se han cubierto, ya que solo se han ejecutado cerca de dos kilómetros de los 5,5 que comprende la primera fase, entre Castelló y Vila-real. Una de las carencias de las partes ya realizadas tiene que ver con la estrechez de algunas áreas, como buena parte de la avenida Enrique Gimeno en Castelló, donde solo hay un carril de tráfico por sentido, de modo que muchas líneas de autobuses pasan por otros viales y dificultan la conexión con la estación de la capital de la Plana.
El alcalde de Vila-real, José Benlloch, pide que las actuaciones no acaben en la rotonda de acceso a su municipio, para conectar con Burriana. También está pendiente la obtención de permisos en tramos que dependen del Ministerio de Transportes, y resolver el puente del Millars, entre Vila-real y Almassora, que requiere de un viaducto para un tener un carril ciclopeatonal.
