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DIFICULTADES EN LA EXPORTACIÓN

El azulejo de Castellón pide el control de costes y agilizar el transporte marítimo

Lamentan la falta de medidas de la UE para solucionar un colapso que conlleva más gasto

Barcos y contenedores en PortCastelló. Mediterráneo

Numerosos sectores de la economía dejan atrás la pandemia, pero hay otros que siguen lejos de recuperar la actividad truncada en marzo del 2020. Uno de los más importantes es el transporte marítimo, donde los incumplimientos de las escalas, los retrasos y el incremento de los costes están a la orden del día. Según fuentes del sector en la provincia, si hace dos años el precio de un contenedor rondaba los 2.000 euros, el año pasado llegó a los 12.000. La cantidad bajó a los 9.000 euros, pero el caos sufrido con la política de covid cero en Shanghái (China), uno de los principales puertos del mundo, conllevará otro encarecimiento y más retrasos.

Dos de las patronales que forman parte del clúster cerámico de Castellón, la asociación de fabricantes (Ascer) y la entidad que representa a los productores de esmaltes y fritas (Anffecc) han puesto de manifiesto las dificultades que sufren para exportar, y reclaman que tanto las autoridades nacionales como la Unión Europea tomen cartas en el asunto.

Lo ha hecho a través del Foro Español de Referencia Marítima, que además de los dos colectivos relacionados con el azulejo agrupa a otras 16 organizaciones. «No se constata voluntad de mejora ni de solución por parte de los proveedores de transporte, amparados por una opaca legislación europea», afirman desde este foro.

Tensión

En esta valoración añaden que la cadena de suministro «podría estar al límite de la tensión operativa, y las soluciones para fluidificarla no llegarán penalizando con más costes a las mercancías que estén más tiempo en las terminales portuarias sin un análisis profundo del motivo de su estancia». En el caso de los asociados a Ascer, el 75% de sus ventas proceden de las exportaciones, muchas de ellas a través de contenedores desplazados mediante barcos. Otro tanto ocurre con las fábricas españolas de esmaltes para la cerámica, que son una referencia a nivel mundial.

«La incerteza operacional del transporte marítimo acumula ya dos años continuados de graves problemas que dibujan un escenario operacional lento, incierto y caótico. La actual desinformación sobre los puertos chinos añade una línea más de tensión», inciden. Los contratiempos suponen un incremento de los costes de los fletes, algo que suma al recorte de los márgenes operativos debido al aumento de la factura del gas natural y los combustibles. 

Freno en las exportaciones

Uno de los principales indicadores para tomar el pulso del sector cerámico es el flujo de exportaciones. Según constatan las cifras aportadas por la patronal Ascer, en los tres primeros meses del año el volumen de ventas ascendió a 981 millones de euros, lo que supone un incremento del 15,7% respecto al mismo periodo del pasado año. Pero la misma fuente señala que esta evolución positiva se debe únicamente al incremento de precios que el sector se vio obligado a aplicar por la fuerte escalada de precios de la energía, especialmente del gas natural.

Si se observa el dato de los metros cuadrados comercializados en el exterior, se detecta una caída del 10,6%, al vender 106 millones. De este montante destaca el principal cliente de la cerámica española en los dos últimos años, Estados Unidos. Acabado el primer trimestre, el descenso alcanza el 21,3%. También Francia va a la baja, con un 1,4% menos.

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