El Gobierno ha abierto un pulso con los empresarios de la hostelería de Castellón. A un lado se sitúan los propietarios de restaurantes y hoteles, que llevan meses tratando de reclutar personal para el verano. Al otro la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y su número dos, que este lunes replicaban que el déficit de camareros y cocineros se soluciona pagando más, cumpliendo con los descansos y las jornadas y permitiendo la conciliación de la vida laboral y la familiar. Unas palabras que han encendido los ánimos de los empresarios de una actividad clave en la provincia y que, además, insisten en que si no pagan salarios más altos es porque no pueden hacerlo.
Luis Martí, vicepresidente de la patronal turística Ashotur, asegura que ligar el problema de la falta de mano de obra en hostelería a que el empresario paga mal es muy fácil. «Claro que nos gustaría pagar más, pero estamos todavía saliendo de una pandemia. El sector turístico, la hostelería, es el que más ha sufrido las consecuencias de la crisis», recuerda. Insiste en que no se puede olvidar que los hoteles, restaurantes y bares han estado cerrados durante un largo periodo y que los trabajadores del sector buscaron salidas en otros ámbitos. «Costará un tiempo volver a atraerlos», apunta.
Indignados con el Gobierno están también los empresarios de localidades como Alcossebre u Orpesa. «Me parece una poca vergüenza. Quienes estamos al frente de bares y restaurantes somos autónomos y en los últimos meses las facturas no han dejado de subir. Cuotas, luz, combustible... todo está por las nubes y, encima, este sector ha sido el más ha sufrido las consecuencias de la pandemia», resume Alejandra Roca, propietaria de un restaurante en Alcossebre y vocal del sector de la hostelería de la Asociación de Empresarios de este municipio.
Roca asegura que el Gobierno «tiene fijación con la hostelería» y defiende que la solución pasa por devolver el prestigio a la profesión y potenciar la FP. «Lo que tienen que hacer es abordar el problema y no reírse de nosotros», añade.
El vicepresidente de Ashotur comparte el diagnóstico. «El déficit no se reduce a ese sector. Falta también mano de obra en actividades ligadas a la innovación, la inteligencia artificial.... Y ahí no creo que el problema sea la calidad del trabajo, sino una falta de formación adaptada a la necesidad del mercado», acaba.
