Tocar sus paredes y escuchar el sonido de sus pasillos supone un viaje a través del tiempo, al origen de los adalides de la transmisión del conocimiento moderno en Castellón. El actual Instituto de Educación Secundaria Francisco Ribalta ha sido durante décadas el único en toda la provincia y de sus clases han salido ilustres profesionales de las letras y las ciencias: desde científicos a médicos, jueces, ministros o alcaldes...

Más que centenario, se acerca a la carrera a los dos siglos. 175 años se cumplen este curso 2021-2022 desde que el 5 de octubre de 1846 se inauguraran las clases con Fermín Gil como director y catedrático de Latinidad, Retórica y Poética.

Claustro en los albores del primer instituto Ribalta. Mediterráneo

Los sucesivos claustros a lo largo de la historia han instruido y labrado un futuro profesional a familias al completo desde Castelló a Vila-real, Almassora o Burriana. Sus primeros 96 estudiantes, de hecho, procedían de Castelló, Càlig, l’Alcora, les Useres, Sant Mateu y Nules; e incluso otros procedentes de València, Jaén, Santander, Teruel y Zaragoza.

Curso de 1909 y 1910. Mediterráneo

Premio del Ministerio

Esta semana vuelve al epicentro al sumar otro reconocimiento a su labor. Su actual equipo directivo, con José Luis Lorenz al frente, resalta la emotividad del acto celebrado este 31 de mayo en Madrid, al recoger de manos de la ministra de Educación, Pilar Alegría, la placa de honor de la orden civil de Alfonso X El Sabio. «Somos un instituto centenario, de los más antiguos de España. Es una enorme satisfacción para el equipo directivo y el claustro recibir este premio pro la trayectoria del IES Francisco Ribalta, un instituto público e inclusivo. Esos son nuestros valores», destaca Lorenz.

La enseñanza es solo una de sus vertientes, el actual edificio en la avenida Rey Don Jaime es un Bien de Interés Cultural (BIC) y contenedor de arte, ciencia e historia. Proyectado por el arquitecto Francisco Tomás Traver conserva patrimonio artístico, como una colección de grabados de Goya y un salón de actos con pinturas alegóricas de Vicent Castell Doménech, de 1915. Pero también un jardín botánico, albergó la biblioteca provincial, fue hospital militar en tiempos difíciles, sede de un centro de Meteorología hasta 1975 y a día de hoy mantiene todo tipo de artilugios y mapas del siglo XIX, así como sus dos museos de Ciencias y de Física y Química. 

Conserva una colección de grabados de Goya, pinturas de V. Castell de 1915 y artilugios del siglo XIX

Exposición en el Menador

Exposición en el Menador. ANDREU ESTEBAN

Una selección de estos objetos históricos puede verse actualmente en la exposición Didáctica del tiempo, en el Menador Espai Cultural, en Castelló, hasta el 24 de julio. El instituto, en colaboración con el Grup Geoda, ha preparado una interesante muestra con una maqueta del edificio y un vídeo sobre su centenario, con objetos de su colección museística. 

Conservar su legado es otro de los objetivos que el equipo directivo añade a los de la docencia. «Apostamos por establecer contactos con organizaciones públicas a nivel autonómico, provincial y local para mantener el patrimonio histórico de casi dos siglos que tenemos en el instituto. Muchos objetos se utilizaban para la enseñanza en el siglo XIX. Hay muebles en los despachos que datan de esa época, así como mapas, etc. del primer centro, que se ubicaba en la actual plaza Santa Clara», detalla Lorenz. «Contamos con un Museo de Ciencias Naturales y otro de Física y Química con elementos antiguos y los queremos dar a conocer y abrirlos al público, a la sociedad de Castelló, y para ello estamos en contacto con la Conselleria de Cultura, para poder hacer realidad esta iniciativa, con un horario de visitas, etc.», avanzó el directivo del instituto.

Objeto antiguo del IES Ribalta. Mediterráneo

Evolución de la sociedad

El catedrático de Historia y Geografía, a la par que profesor, Francesc Mezquita, ha publicado innumerables artículos sobre el antaño Instituto Provincial de Segunda Enseñanza. «Situado en el edificio del antiguo convento de las monjas Clarisas en la calle Mayor (actual plaza Santa Clara), más adelante, durante toda la etapa Isabelina hasta el inicio de la Restauración, se alternaron como directores Domingo Herrero y Francisco Llorca», cita. «En 1879-80 el entonces director, el catedrático de Física y Química Francisco Llorca, impulsa la primera instalación del observatorio meteorológico», añade Mezquita. Otro hecho histórico que certifica se produce en 1901: «Con la reforma de la organización de los institutos, se convirtieron en Institutos Generales y Técnicos, quedando incorporados a estos las Escuelas Normales hasta 1914, además de la Enseñanza Técnica de Agricultura, Industria, Comercio, Bellas Artes e incluso estudios nocturnos para obreros». Mezquita rememora cómo «en los años 60 y 70 se produjeron cambios importantes en el desarrollo socioeconómico del país que tuvieron una fuerte incidencia en la evolución del Instituto: la creación del Instituto femenino en el mismo edificio y la posterior salida en 1968 a un centro propio (el actual IES Penyagolosa)». Otros cambios del devenir contemplaron «la marcha de la Biblioteca Pública y de la Escuela de Maestría Industrial también en los años 60 y, finalmente, en los 70, la desaparición del antiguo Bachillerato al implantarse el BUP».

Las instalaciones se emplazaron primero en un convento, en Santa Clara, y en 1917 pasaron a Rey Don Jaime

Un edificio centenario

Cuenta en Mediterráneo el escritor y programador cultural Salvador Bellés que su padre ya fue alumno en 1917, luego él y sus hijos y nietos, como tantas familias castellonenses. Y relata cómo «llegado el siglo XX y teniendo en cuenta el deterioro que el local de Santa Clara iba mostrando, las fuerzas vivas de la ciudad ya empezaron a pensar en proyectar un nuevo edificio. En la apertura del curso 1917-18, el entonces secretario, don Damián Alcón, afirmaba lo siguiente: ‘Siendo el señor Canalejas Presidente del Gobierno de Su Majestad, se anunció el concurso de proyecto de edificios con destino a institutos; y en el Real Decreto del 15 de junio de 1910 se significó al arquitecto castellonense don Francisco Tomás Traver, autor del proyecto --sobre más de 7.000 m2 en el solar de la antigua plaza de toros--». El 14 de enero de 1917 ya es una realidad en la avenida Rey Don Jaime y durante una larga época se imparte Bachillerato, la Escuela Normal Femenina y la Escuela de Artes y Oficios.

Cuenta Mezquita cómo en mitad de la guerra civil, en mayo de 1937, pasa a llamarse Juan Marco, «en memoria de un exalumno que murió en el frente al inicio del combate. Y es en enero de 1943 cuando se denominará Francisco Ribalta», en honor al pintor.

Grabados de Goya. Mediterráneo

Alumnado de prestigio

De las aulas del Ribalta han nacido personajes determinantes para la historia local y nacional. El ministro durante la Segunda República, Marcelino Domingo; o los ministros del franquismo Serrano Suñer o Herrero Tejedor. También la práctica totalidad de alcaldes de Castelló, desde José Ferrer a Eduardo Codina, Daniel Gozalbo, Antonio Tirado, Alfonso Bataller o la actual, Amparo Marco; así como un alcalde y presidente de la Generalitat, Alberto Fabra; rectores de la UJI; científicos como el físico y Premio Príncipe de Asturias 1992, Federico García Moliner; la neuróloga Ana Simón, arquitectas, ingenieras y pintoras de alcance internacional como Angélica Sos Alcácer. 

Una fotografía emblemática para el centro por su dedicatoria es la del médico e investigador Santiago Ramón y Cajal, el 1 de mayo de 1922: «Se ha dicho hartas veces que el problema de España es un problema de cultura. Urge, en efecto, si queremos incorporarnos a los pueblos civilizados, cultivar intensamente los yermos de nuestra tierra y de nuestro cerebro, salvando para la prosperidad y enaltecimiento patrios, todos los ríos que se pierden en el mar y todos los talentos que se pierden en la ignorancia».