La patronal que agrupa a los fabricantes de la cerámica, Ascer, manifiesta su "total rechazo" a la recuperación del proyecto de fondo eléctrico, impulsado desde el Ministerio para la Transición Ecológica, y que había quedado paralizado a raíz de la crisis del coronavirus. "De aprobarse en sus términos actuales podría suponer para el sector fabricante de baldosas cerámicas un sobrecoste de 210 millones de euros en el quinquenio 2022-26", señalan desde la organización.

Ascer añade que en el contexto actual, "en el que las empresas del sector están gravemente afectadas por el alza de los costes de la energía, CO2, materias primas, transporte, y sufriendo ya una merma" en las ventas al exterior, la aplicación del fondo "torpedea la competitividad de la industria cerámica española que ya acusa una coyuntura complicada por los altos precios de la energía y el CO2". Algo que supondría "una dificultad más que podría dejar fuera del mercado internacional a un gran número de empresas".

Desde la industria "no entendemos que el Gobierno rescate este fondo justo en el peor momento, con un precio de la energía desbocado y sin medidas eficaces para reducir el impacto de la crisis energética en los sectores. Desde el sector nos unimos a la petición de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española de eximir a la industria de esta medida extemporánea". Para el secretario general de Ascer, Alberto Echavarría, "este Gobierno no puede ser más inoportuno", justo en un momento en el que el precio del gas vuelve a dispararse, al pasar de los 79,4 euros por megavatio hora del 8 de junio a los 124 del día16. Un 56% más.

Sin compensaciones

Además, tras la entrada en vigor de las nuevas directrices europeas de ayudas de Estado en materia de clima, energía y medio ambiente, entendemos que el mecanismo de compensación de costes que prevé el fondo eléctrico para los consumidores de gas natural, no podrán implementarse por considerarse ayuda de estado. "Además, en aquellos casos en los que la electrificación no es todavía factible, como en la cerámica, el sobrecoste derivado del fondo se convierte en una tasa, y no en un acelerador de la descarbonización", agregan desde Ascer.  

El fondo eléctrico implica que las retribuciones de las fuentes de energía renovables, cogeneración y residuos se abonen con cargo al conjunto de operadores de todos los sectores energéticos. De esta manera, el gas natural tiene un recargo que posteriormente se aplica en los consumidores. Algo que se hará notar en los gasintensivos como la cerámica, que deberán pagar más, con la consiguiente merma de competitividad con respecto a otros países que no aplican esta carga.