Tener materiales cada vez más a mano para evitar una crisis de suministros como la causada por el ataque de Rusia a Ucrania. Esta es la fórmula aplicada desde el grupo Pamesa para evitar la falta de arcillas. El presidente de la compañía, Fernando Roig, considera que el problema ya está resuelto, de modo que disponen «de estoc suficiente en cantidad y calidad para consolidar nuestra producción». Algo que no pasa desapercibido en la primera industria europea del sector, con una fabricación de 126 millones de metros cuadrados en el 2021, y que espera alcanzar, al término del presente ejercicio, los 150 millones.
Pamesa quiere ser autosuficiente a la hora de extraer las materias primas, y por ello ya cuentan con diferentes minas en la provincia de Teruel. La más reciente de ellas es la explotación Elena, ubicada en la localidad de Estercuel, con una capacidad de hasta 600.000 toneladas anuales de arcilla blanca. Se suma a las ubicadas en Galve, Seno y Mas de las Matas, que han abierto al ritmo de una por año.
Para reducir las importaciones del extranjero --expuestas a conflictos como el provocado por el presidente ruso-- también hay otros planes en trámite. El que concentra los esfuerzos del gigante azulejero está situado en l’Alcora, procedente de los activos incluidos con la compra del grupo Azuliber, formalizada el pasado mes de septiembre. La mina Mancilla ya ha obtenido la declaración de impacto ambiental, a la espera de que la Generalitat culmine todos los trámites para poder iniciar la extracción.
Pese a disminuir la dependencia del exterior, Roig indicó que se han cerrado «acuerdos con Rumanía, de donde extraemos arcilla, así como feldespatos de Marruecos». Con todo ello considera que no habrá interrupciones en el suministro. De manera paralela se han realizado las diferentes labores de cambios de formulación, para adaptar la nueva procedencia de las tierras a las unidades de producción de las fábricas.
Freno en El Puig
El presidente del grupo expuso el pasado año su queja por el interminable proceso de tramitación de una mina en El Puig (Valencia). Sobre ella, afirmó que no hay novedades, por lo que centran sus esfuerzos en el resto de explotaciones en marcha.
En otro orden de cosas, Pamesa tuvo en el 2021 una intensa actividad compradora. Primero con Pulidos La Plana, en marzo; mientras que en septiembre se hicieron con Azuliber. Con esta última operación se pretende incrementar la capacidad de producción en un 30%. Sobre posibles nuevas adquisiciones, Roig se mostró tajante: «No estamos contemplando ninguna compra», ya que en estos momentos dedican sus esfuerzos en «digerir y ordenar Azuliber, que nos costará un tiempo».
Las minas del grupo Pamesa
GALVE: El punto de extracción de materias primas de la localidad turolense comenzó su actividad en octubre del año 2018, donde se suministran con arcilla roja.
VALDECASTILLO: Esta mina se encuentra en el municipio de Seno y aporta arcilla blanca, un material que en los últimos años ha superado a la roja a la hora de elaborar baldosas cerámicas.
PILÓN: Esta instalación está ubicada en Mas de las Matas, y comenzó a operar en septiembre del pasado año. Forma parte de los activos incorporados con la adquisición del grupo Azuliber.
ELENA: Es uno de los proyectos más destacados del grupo Pamesa en esta materia, ya que cuenta con arcilla blanca, y una capacidad de extracción de unas 600.000 toneladas al año. Se encuentra en el municipio de Estercuel, y comenzó la explotación en el mes de enero, después de un periodo de tramitación de apenas dos años, que contrasta con los nueve que llevan con el proyecto de El Puig, en Valencia. Fernando Roig agradeció al presidente de Aragón, Javier Lambán, su labor en los trámites.
MANCILLA: Se encuentra en l’Alcora y es otro de los activos de Azuliber. Ya tiene aprobado el impacto ambiental, a falta de cerrar el resto del procedimiento.
