A principios del siglo XX en Europa, la esperanza de vida al nacer era de aproximadamente 52 años. Solo el 45% de cada generación alcanzaba la edad de 65 años y, una vez cumplidos, su esperanza de vida era de 11 años. En consecuencia, eran pocos los que disfrutaban de una pensión de jubilación y por un tiempo no demasiado largo.
Hoy día, en Castellón los jubilados disfrutan de una pensión pública durante una media de 17 años, si tomamos en consideración que en junio del 2022 la edad media de las personas que se daban de alta como pensionistas era de 61,4, mientras que la de los que se veían forzados a bajas definitivas --léase, fallecimiento-- tenían 79,4. La estadística de la Seguridad Social revela que la edad media de altas ha crecido en un año y tres meses desde el 2015, cuando estaba situada en 60,1. Ejercicio tras ejercicio, fue incrementándose, hasta el tope de los 61,5 del 2020. Un año más tarde, dicha cifra bajó en cuatro meses.
Altas y bajas
Aquel, como es sabido, fue un año insólito porque fue el peor de la pandemia del coronavirus. Desde el estado de alarma de marzo, el país quedó casi paralizado durante meses y, tras los confinamientos, vinieron las restricciones a la movilidad. De hecho, las altas a la Seguridad Social cayeron a 439.190 desde las 475.754 del 2019. En el 2021, se habían recuperado y llegaron a las 490.208. Fue un tiempo de parálisis en la administración, que retrasó muchos trámites burocráticos, y también de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que aguantaron el trabajo de un sinfín de personas.
Por otro lado, entre los que cobran su pensión a cierre de julio del 2022 la edad media se encuentra en los 71,6 años, si bien dicha cifra aumenta hasta los 72,9 en el caso de las mujeres y baja hasta los 70,4 en los hombres.
Mientras los ciudadanos disfrutan de largas pensiones, el sistema se tensa cada vez más. Y eso a pesar del récord de afiliaciones a la Seguridad Social. La media española está situada en 2,03 cotizantes por pensionista y en la Comunitat solo Alicante se encuentra por encima de ese dato. Por contra, Valencia, con 1,93, y Castellón, con 1,86, están por debajo.
