El mercado hipotecario empieza a perder fuelle en Castellón. En julio, el mismo mes en el que el Banco Central Europeo (BCE) anunció una histórica subida de tipos para hacer frente a la inflación, se firmaron en la provincia 457 préstamos hipotecarios sobre viviendas, un 33% menos que en junio, rompiendo así con 16 meses de cifras al alza. Un cambio de tendencia que se termina de confirmar en la comparativa anual, dado que en el séptimo mes del año pasado se constituyeron un 16% más de préstamos que este año, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).
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El dato de julio es malo y constata que al sector inmobiliario de Castellón le está comenzando a pesar el clima generalizado de incertidumbre económica provocada por una inflación que no tiene freno y unos costes energéticos que han puesto contra las cuerdas a familias y empresas. «Aunque la estadística de las hipotecas todavía no recoge al cien por cien el impacto de la subida de los tipos de interés, sí refleja que la euforia por la comprar de viviendas se ha frenado», apunta Francisco Nomdedéu, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), de Castellón.
A las agencias inmobiliarias la ralentización no les pilla por sorpresa, como tampoco lo hace a los principales portales de internet. «Los últimos datos muestran claramente la desaceleración del crecimiento prevista ya por otros indicadores adelantados y que esperamos se confirme en los próximos meses. Los tipos, aunque empiezan a apuntar ligeramente al alza, aún no muestran el incremento que con seguridad veremos en los próximos meses», dice Juan Villén, portavoz de Idealista.
Las ventas, de momento se salvan
Lo peor podría estar por llegar y, aunque las cifras de momento indican que las compraventas de viviendas van viento en popa (Castellón ha registrado de enero a junio 6.580 transacciones, un 27,3 % más que en el mismo periodo de 2019), las inmobiliarias dan por sentado que el sector no cerrará el año con la misma alegría con la que lo inauguró. «El dinamismo está bajando y las familias son mucho más prudentes», describe Nomdedéu, quien augura que el mercado de la vivienda acabará en cifras positivas, pero mucho más discretas de los previsto.
El ‘blindaje’ de los préstamos fijos
La subida de los tipos de interés, con el consiguiente incremento del euríbor, ha llevado a las familias de Castellón a apostar claramente por las hipotecas fijas. Y eso explica porqué este tipo de préstamo representó en el mes de julio el 75,4% del total, un nuevo máximo histórico. Hace diez años, esta modalidad apenas representaba el 5%,
Aunque de entrada los préstamos de interés fijo son algo más caros, tienen la gran ventaja de que de que no cambiarán en todo el tiempo que dure el contrato con la entidad financiera. «En un escenario en que el euríbor ha empezado a subir después de seis años en negativo no es de extrañar que la mayoría de los préstamos se firmen a tipo fijo. Muchas familias prefieren cerrar una hipoteca a tipo fijo que enfrentarse a un posible encarecimiento de la cuota en un futuro», aseguran en las distintas inmobiliarias.
La concesión de hipotecas va claramente a la baja como también lo hace el importe medio de los préstamos. En julio alcanzó en Castellón los 37.482 euros, una cantidad que difiere de los 55.273 euros del mes de junio.
Lo que sí sube es la cancelación de los préstamos sobre vivienda. En julio volvieron a dispararse por encima del 10% y en los siete primeros meses del años se amortizaron 7.177, casi un 20% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Y de nuevo las causas hay que buscarlas en el intento de familias de esquivar la subida de los tipos.