La Comisión Europea dio el pasado viernes carta blanca a los estados para ampliar las ayudas a aquellos sectores económicos más afectados por el incremento del coste de la energía a raíz de la guerra en Ucrania. Un respaldo que a partir de ahora está cifrado en un máximo de 150 millones de euros por empresa. Pese a esta determinación, la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffeccdenuncia la falta de medidas en España. "De momento no ha habido ningún movimiento por parte del gobierno central indicando que vayan a incrementarse las ayudas, tal y como permite Europa", apunta el secretario general de la entidad, Manuel Breva.

Por el momento, las únicas ayudas contempladas para las industrias que necesitan un elevado consumo de gas para producir -como es el caso de los fabricantes de cerámica y del segmento de esmaltes y fritas-, son las del máximo de 400.000 euros por empresa que aporta el Gobierno de España, que se quedan muy lejos de las iniciativas emprendidas por otros países como Italia y de los 150 millones que ahora permite Europa. Además, Breva incide en que estas ayudas, "contempladas en el Real Decreto Ley 11/2022, aún no han sido percibidas por nuestras empresas siendo, además, de menor intensidad para las pequeñas y medianas compañías al dotar solo de 2.600 euros por trabajador en vez de los 5.000 euros que contemplaba el Real Decreto Ley 6/2022".

Consecuencias

El secretario general de Anffecc advierte de las consecuencias que puede tener para sus asociados la falta de un respaldo para hacer frente a un factor externo a ellos, como es el fuerte incremento del coste del gas. "Industrias gasintensivas como las de fritas, esmaltes y colores cerámicos no podemos permitirnos producir con el actual coste del gas. No tenemos de momento una fuente de energía alternativa y llevamos muchos meses soportando unos precios del gas exorbitados, que están mermando fuertemente nuestra cuenta de resultados. Si esta situación se prorroga, es una invitación a que la industria salga de Europa", indica. De este modo, vuelve a surgir el temor a una deslocalización, con su consiguiente impacto en el empleo dentro de Castellón.

En su argumentación añade: "Si siguen creciendo las trabas y no se aplican con urgencia las ayudas permitidas por Europa, las empresas se verán forzadas a producir fuera de Europa, donde los costes energéticos y laborales y las cargas administrativas son muy inferiores". Todo ello a pesar de que estas empresas "cuentan con plantas productivas por todo el mundo, pero siempre se ha velado por mantener la I+D+i y la producción en España", incide.

Petición compartida

La petición de Anffecc se suma a la que ya efectuó esta misma semana la organización de fabricantes de productos cerámicos, Ascer, en la línea de reclamar más recursos para acompañar a la industria gasintensiva en estos momentos de dificultad. Tanto unos como otros son sectores susceptibles de tener ayudas públicas, al estar considerados como gasintensivos.

Además de ampliar el importe máximo de ayudas, la Comisión Europea ha alargado el plazo para recibirlas, hasta diciembre del 2023, debido a la duración del conflicto bélico provocado por Rusia.

Uno de los grandes temores es que competidores como Italia, cuyas empresas ya tienen más ayudas directas que España, amplíen este respaldo con nuevas medidas, "por lo que la brecha con respecto a nuestros competidores tanto europeos como internacionales será aún mayor", destaca Breva.

A todo ello se suma el proyecto en el que trabaja Alemania, de topar el precio del gas para usos industriales, lo que dará mayor competitividad a sus empresas. A cambio, las empresas se tienen que comprometer a mantener la producción en el país y mantener los puestos de trabajo.