Castellón gana 620 pymes en un año a la espera de ERE y concursos

Los números, con su reputación de exactitud propia de las matemáticas, no siempre describen la realidad tal y como es. De hecho, en ocasiones enmascaran situaciones como la que vive la economía castellonense en estos momentos. El Instituto Nacional de Estadística (Ine) acaba de publicar el Directorio Central de Empresas (Dirce) actualizado al cierre de 2022, un ejercicio en el que, según este informe, Castellón ha ganado 620 empresas, a pesar de la brutal escalada de los costes y de las graves dificultades por las que pasa el motor de la actividad provincial, el sector azulejero.

La noticia de que son más las compañías que abren que las que cierran, hasta alcanzar la cifra total de 41.629, el 1,5% más que al acabar 2021, queda empañada por dos factores clave sobre los que incide el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) en Castellón, Luis Martí.

Tras destacar que la variación al alza «es muy pequeña», el máximo representante de la patronal provincial hace ver la importancia de la decisión del Gobierno de España de prorrogar la moratoria que vencía el pasado 31 de diciembre, de manera que los desajustes de los balances contables no serán motivo para declarar concurso de acreedores durante 2023 y 2024. 

Dicho de otro modo, «hay multitud de empresas que si no fuera por la exención de presentar concurso de acreedores aunque su pasivo sea muy superior al activo y no puedan pagar sus deudas, habrían presentado concurso de acreedores e incluso cerrado, porque se encuentran en situación de quiebra», indica Martí. Añade que «el dato de que hay más empresas activas que hace un año es cierto, pero enmascara la realidad».

Por otra parte, el también empresario pone el foco en el empleo, al recordar que cuando se publican los datos de evolución del desempleo, los trabajadores que están incluidos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), no se contabilizan en la estadística, cuando los ERTE puntualiza «son la antesala de los ERE (Expediente de Regulación de Empleo), de los despidos, si no cambia la difícil situación por la que está pasando en estos momentos el sector azulejero, cuyo peso en la economía y el empleo en Castellón es enorme».

Previsiones y ayudas

El presidente de CEV Castellón alerta, además, de que el Fondo Monetario Internacional ya ha señalado hace escasos días que 2023 será «peor» que 2022 porque las grandes zonas económicas, Estados Unidos, China y la Unión Europea, entrarán en recesión, una etiqueta que técnicamente no se aplicará a España, pero solo porque se espera que crezca un 0,1%, es decir, habrá estancamiento.

Estas previsiones afectan de forma directa a las empresas del clúster cerámico castellonense que, con más de 10.000 trabajadores en ERTE, necesitan con urgencia ayudas suficientes para resistir el enorme encarecimiento de la energía y resto de costes. Ayudas que Luis Martí dice no entender por qué no llegan.

Diversificación

Precisamente, desde el mismo clúster, el presidente de Asebec, asociación que agrupa a los fabricantes de maquinaria para el azulejo, Juan Vicente Bono, quien apunta que el subsector espera mantener ventas en 2023, aunque con menos beneficios por la crisis de costes, trabaja ya desde hace dos o tres años en diversificar los sectores que son sus clientes, además de intensificar el esfuerzo en exportación.

Bono señala que el foco para superar las dificultades que se avecinan en la medida que las sufran las firmas cerámicas está en ámbitos, como el de las materias primas para pinturas o minería; tecnología para la reducción de emisiones en el sector químico; o bien las aplicaciones del sistema inkjet para soportes como el cartón, las vajillas o el textil, con una búsqueda constante de nuevos nichos en el mercado energético.

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