La huelga convocada por el sector de los estibadores para mañana en todos los puertos españoles, y que se prolongará desde el lunes hasta las 8.00 horas del viernes 24 de enero, tendrá graves consecuencias para la economía provincial y, fundamentalmente, para la industria azulejera, según ha avanzado ya la patronal Ascer. De este modo, unas 80.000 toneladas de recubrimientos cerámicos pueden dejar de salir del puerto de Valencia (la salida natural por mar de los azulejos), durante los cinco días de huelga previstos, con un valor económico de 29 millones de euros (4.286 millones de pesetas).

En un primer momento, la huelga estaba previsto que fuera de lunes a viernes inclusive. Sin embargo, la coordinadora de los sindicatos que representa a los estibadores acordó ayer sustituir el viernes de huelga a mañana, para hacerla coincidir con la parada de la actividad prevista en 12 países europeos en protesta por la Directiva que tramita el Parlamento Europeo por la que se liberaliza el sector.

UN FRENO COMERCIAL

La huelga de los estibadores no sólo generará una pérdida de ventas en el sector cerámico --el 70% de las mismas se hacen por vía marítima--, sino que también dificultará el aprovisionamiento de materias primas a la industria, que llegan a la provincia fundamentalmente desde PortCastelló.

De hecho, las empresas estibadoras que operan en el puerto de Castellón confirmaban ayer que las azulejeras estaban intentando agilizar al máximo los trabajos de carga y descarga de mercancía con el fin de intentar minimizar el impacto de la huelga, "aunque materialmente es casi imposible, puesto que no se dispone de más espacio, tiempo ni medios técnicos".

La huelga también afectará a la carga el próximo lunes de uno de los últimos buques de clementinas de la temporada para Estados Unidos, una mercancía que, según afirmaba Pedro Olivares, del comité de empresa del Sedcas, "como no podrá cargarse, supondrá todo pérdidas".