Los castellonenses mayores de 18 o más años guardan en las entidades financieras de la provincia una media de 15.735,55 euros, unos 5.150 euros más por persona que tan sólo cinco años antes.

De este modo, y pese al incremento de la población registrado en los últimos años con motivo del empuje económico de Castellón, las estadísticas revelan que los bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito cuentan desde 1997 con casi 2.000 millones de euros más en depósitos, una cifra que pone en evidencia la pujanza social y el aumento de la capacidad de consumo de los castellonenses.

De este modo, si en el año 97, las entidades financieras atesoraban en sus cajas depósitos por valor de 4.222 millones de euros (tanto a vista como de ahorro y a plazo), al cierre del pasado ejercicio, la cantidad ya alcanzaba los 6.276 millones de euros.

Dos son los factores que han contribuido de manera fundamental a este incremento en el ahorro de los castellonenses, según fuentes de las entidades financieras consultadas por Mediterráneo. Por un lado, el importante crecimiento industrial, económico y por tanto del bienestar social de la provincia, una de las que más incrementó su riqueza en los últimos 25 años.

Por otro lado, está el pinchazo de la bolsa, que "ha frenado la contratación de fondos de inversión como vía para rentabilizar el dinero", señala Luis Revest, de Caja Rural Castellón.

Ante esta coyuntura, y dado que no todos los castellonenses han optado por hipotecarse para invertir en una vivienda, los consumidores se han visto forzados a mantener su dinero en depósitos, pese a la escasa rentabilidad que ahora ofrecen los tipos de interés, esperando el fin de la incertidumbre para invertir.