Las dudas se mantienen. El borrador del Plan Nacional de Asignaciones (PNA) de Emisiones de CO presentado ayer por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y en el que se recogen las cuotas que cada sector deberá cumplir dentro del protocolo de Kioto deja en blanco la casilla correspondiente a la industria cerámica y del vidrio, por lo que el dato deberá concretarse más adelante.

De momento, y según fuentes de Ascer, se abre "un periodo de consultas" con el Ministerio para concretar el dato, que se celebrará "entre esta semana y la próxima", aunque el Gobierno no ha confirmado estos plazos. El Ministerio subraya que la casilla en blanco para el azulejo se debe a que falta información en alguna de las actividades agrupadas en el mismo epígrafe.

COMPLEJO Y BREVE Por este motivo, "y al carecerse de información específica", la patronal azulejera Ascer señala que no se podía valorar el documento, que es "complejo y breve", si bien mostraba cierta incomodidad al englobar la industria de pavimentos y revestimientos cerámicos en el epígrafe Vidrio e Industria cerámica, puesto que en este campo se agrupan otras actividades dispares, como la industria del ladrillo y la teja, la cerámica de mesa o la sanitaria...

El Plan Nacional de Asignación de Emisiones prevé un primer periodo de "estabilización", que contempla una reducción de anual del 0,4% en las emisiones de los sectores eléctricos y energéticos. Así, la Directiva propone un reparto de 156,25 millones de toneladas de CO en promedio anual, así como una reserva adicional del 3,2% para nuevos entrantes, que arroja un promedio de 161,25 millones de toneladas, con una reducción del 2,7% respecto a las emisiones de 2002. De esa cifra, 71,72 millones de toneladas están previstas para los sectores industriales, a los que se suman una reservas de 3,20 millones de toneladas para nuevos entrantes.

A priori, y a falta de la medida concreta, el borrador favorece a la industria azulejera, en el sentido de que valora por encima el uso de la cogeneración y la eficiencia tecnológica en materia energética, como es el gas, dos factores que cumple el azulejo. Además, el PNA también pretende "minimizar los efectos sociales potencialmente adversos, y en particular los que se refieren en materia de empleo". Sin embargo, el hecho de que la industria azulejera pueda estar englobada con otros sectores industriales, puede serle perjudicial.

De hecho, el PNA no ofrece el 100% de cobertura de emisiones a otras industrias como la del papel, uno de los sectores considerados como tradicionales, al igual que el azulejo.

Además, la ministra insiste en que el principio que rige el documento es el de "quien contamina paga" y advierte que en la segunda fase, entre los años 2008-2012, será cuando se lleve a cabo "un cambio notable" que también afectará al transporte, la agricultura o la construcción.

Cristina Narbona indicó que los objetivos de reducción son "asumibles", que España cumplirá con Kioto en el año 2012 y que habrá que recurrir a comprar el 7% de las emisiones en el mercado de derechos.

El principal grueso de las medidas correctoras presentadas recae en el sector de la generación energética. La ministra declaró que la aplicación del Plan repercutirá "algo" en las tarifas energéticas y reveló que se está estudiando introducir un impuesto sobre las gasolinas.