La inminente apertura del plazo para la presentación de proyectos es más que un simple trámite; es un nuevo paso en la resolución de un conflicto abierto hace ya dos años. Para desbloquear la gestión de las basuras, paralizada desde que que el concurso quedase desierto, se hizo necesario un acuerdo político, conocido como el pacto de las basuras, que establecía la redacción de un pliego de condiciones y la separación de las basuras de Valencia y Castellón en dos plantas diferenciadas. Después de meses de desencuentros, el documento satisfizo a todas las partes.