Las alfombras callejeras en tiempo de Navidad. Las alfombras que también este año han puesto en las calles de nuestra capital con motivo de la llegada de la Navidad no me entusiasman, vamos, que no acabo de encontrarles la gracia. No obstante, como hay que ser respetuoso con las decisiones de los demás, y es cosa que observo siempre rigurosamente, no tengo nada de objetar. Pero aunque el fondo del asunto no cuestiono, puestos a alfombrar, hágase con cierta estética y esmero porque comprobé ayer que muchas de estas alfombras coloradas están mal alineadas y por añadidura arrugadas, lo que colabora al inevitable batacazo de más de uno, más el efecto de la humedad.