La Congregación de las Hermanitas de los Pobres podrá seguir atendiendo a los 78 ancianos en el actual asilo hasta el 2008 como máximo. El Ayuntamiento de Castellón, propietario del inmueble de la calle Gobernador desde ayer tras la firma oficial de la escritura, permitirá a las hermanas que prosigan con su labor en estas dependencias mientras la empresa Lubasa finaliza las obras del nuevo asilo en un terreno ubicado junto a la basílica de Lledó.

Así lo anunció ayer el alcalde Alberto Fabra, quien también explicó que la Congregación ha recibido un total de 16,7 millones de euros --3 en febrero del 2004, a la firma del convenio; 3 a la firma de la escritura, 3 más que recibirá este año; otros 3 en el 2006 y en el 2007 y, el resto, en el año 2008--. "Éste es un momento histórico porque las hermanas podrán dejar el actual asilo, carente de infraestructuras, y el consistorio podrá ampliar sus dependencias, deficientes, en beneficio de los ciudadanos", dijo Fabra. Finalmente, el alcalde anunció que el consistorio sacará este año un concurso de ideas para diseñar el nuevo consistorio.