El proyecto de dotar de un tranvía la comarca de La Plana es algo así como la enfermedad de la terciaria. Aparece, está en candelero algunos días, desaparece al poco tiempo, vuelta a empezar y así llevamos unos cuantos años. Tampoco este proyecto ha pasado más allá de los papeles. Supongo que cuando llegue el verano y vuelva a producirse el entrañable caos de la temporada estival, saldrá de nuevo el tema, en esta oportunidad, con el aliciente añadido de las obras en el Marítimo. Si un proyecto como éste en el que aparentemente están todos los políticos de acuerdo es ya más viejo que la tos, es comprensible que otros más polémicos se eternicen en cualquier cajón, in secula seculorum.