Los graueros subieron ayer hasta la Basílica de la patrona de Castellón para ser los primeros en mostrar su devoción a la Mare de Déu del Lledó. A las 19.30 horas comenzaba el triduo que fue seguido por todos fieles y pocos minutos después de las 20 horas, se oficiaba la eucaristía con la interpretación de la Coral Polifónica de Sant Pere.

Alrededor de 300 personas llenaron ayer la ermita del Camin s en una misa que ensalzó la figura de la virgen y significó el inicio de las fiestas más castelloneras de la capital.

Tras la cita religiosa, se entregaron en el salón de actos de Bancaixa los premios de la Real Cofradía del Lledó, que han recaído en Alvar Monferrer, en la categoría de prosa otorgado por la Germandat dels Cavallers; Juan Ángel Tapiador, premio de Investigación por el obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Juan Antonio Reig Pla; y Vicent Jaume Almela, Flor Natural por la cofradía. Este acto fue amenizado por Veus de Cambra, Cor de Cambra de Amaltea y el grupo de danzas de Castellón.