La división de las oficinas del Ministerio de Hacienda en Castellón entre las dependencias de Huertos Sogueros y el nuevo edificio del paseo Ribalta está provocando un caos de trámites para los ciudadanos que "no saben dónde tienen que acudir", creando así "confusión y molestias" entre el público, denunciaba ayer el portavoz de la Unión de Consumidores, Juan Carlos Insa.

Desde octubre, algunos servicios se encuentran ya en el paseo Ribalta, pero no pueden prestar atención al público porque el nuevo edificio aún no dispone de licencia de apertura debido a problemas de aforo, evacuación de personas y seguridad.

EN EL SALÓN DE ACTOS Por esto, los funcionarios deben trasladarse cada día hasta la antigua oficina para atender a los ciudadanos, lo que provoca "retrasos" en muchos trámites, como ya ha publicado este periódico. Es el caso del Catastro, cuyas oficinas se encuentran en el Ribalta, aunque se han tenido que habilitar dependencias de atención al público en el salón de actos de la primera planta de Huerto Sogueros. "Algunos certificados antes te los facilitaban al momento, ahora tienes que volver otro día porque los ordenadores los tienen en el otro edificio", explicaba ayer un afectado.

De esta forma, los funcionarios fijan con los ciudadanos otra fecha para poder entregarles la documentación, ya que en las oficinas provisionales no disponen de las aplicaciones informáticas necesarias ni de la rapidez de los sistemas.

Una situación que para los consumidores es "una tomadura de pelo", ya que en ocasiones "no sabes a dónde te tienes que dirigir", se quejaba Insa. "Al ciudadano le causa molestias que no tiene porqué asumir, ya que ha pasado demasiado tiempo desde que se anunció su apertura", añadía. "Muchas personas van directamente al nuevo edificio y se encuentran con que todavía deben acudir al antiguo de Huerto Sogueros".

Desde la Subdelegación del Gobierno comentaban ayer que la delegada territorial de Hacienda, Gloria Lodeiros, ordenará el traslado de las dependencias "una vez se obtenga la licencia de apertura" del nuevo edificio, que está pendiente de una serie de deficiencias "fáciles de subsanar". Aun así, alertaban de que el traspaso "será progresivo".