El suelo cultivable en la provincia de Castellón ha caído un 7,31% entre los años 2000 y 2004, lo que supone que se han perdido 11.766 hectáreas. Así lo denunció ayer la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA--PV) desde donde consideraron que esta situación se ha agravado en el 2005 debido a "los problemas climatológicos, los bajos precios de los productos frescos y la invasión urbanística, entre otros".

Los principales motivos de este importante descenso de las tierras de cultivo son, según UPA, "la baja rentabilidad de las explotaciones agrarias, junto con las consecuencias de los PAIs".