Las empresas de la construcción de Castellón han detectado "una importante ralentización en todos los ámbitos, local y autonómico, tanto por las incertidumbres que genera la puesta en marcha de un nuevo marco legal, que define las reglas de juego de un sector muy activo, como por las obligaciones de adaptación al mismo que deben realizar casi todos los ayuntamientos".

Tal como ha ocurrido en otras leyes, el empresario es prudente ante un cambio, cuyo alcance solo se conoce después de algún tiempo de aplicación de la norma.