Johnson Matthey, la multinacional británica dedicada a la minería y a los productos químicos, ha anunciado que ha vendido su división cerámica, cuya sede estaba en Castellón, a una firma de capital riesgo inglesa Pamplona Capital Partners I, gestionado por la firma inglesa Pamplona Capital Management.

La operación ha ascendido a una cifra de 226 millones de euros (153 millones de libras). El objetivo de Johnson Matthey es centrar desde ahora el negocio del grupo en áreas como la química fina o los metales preciosos.

La medida afecta a las dos plantas que la compañía posee en la provincia de Castellón: una en la capital y otra en Vall d´Alba, donde ha construido un nuevo centro productivo al que planea trasladar toda su producción en el año 2008, tras una inversión de 30 millones de euros. Además, la operación también afecta a la compañía Almiberia, dedicada a la obtención de materia prima, cuya división fue recientemente fusionada en una sola por Johnson Matthey Ceramics.

Según Expansión, que ayer se hacía eco también de la noticia, el grueso de la actividad de la empresa está en Castellón, si bien la compañía también fabrica fritas, esmaltes y colores cerámicos en Italia, Brasil, India, Malasia, Inglaterra y China, con una capacidad de empleo de 670 personas. El área de negocio de España facturó en 2006 un total de 280 millones de euros, con 33 millones de beneficio.