Pocos jóvenes de la provincia de Castellón quieren ser sacerdotes. El número de seminaristas en el Seminario Mater Dei de la diócesis de Segorbe-Castellón, situado en la capital de la provincia, ha caído a la mitad en el presente curso 2006-2007.

Una bajada que sigue la tónica general del descenso de vocaciones religiosas en todo el Estado, y que se sitúa en torno al 30% desde el curso lectivo 1990-1991

De esta forma, según las últimas estadísticas elaboradas por la Comisión de Seminarios y Universidades de la Conferencia Episcopal, si en el anterior curso el número de jóvenes que realizaban estudios eclesiásticos en el Mater Dei era de 47, para el presente este número se limita solamente a 21. Es decir, un total de 26 jóvenes de la diócesis en solo un año han abandonado su formación teologal y religiosa.

Pero, también baja el número de estudiantes de teología en el Seminario Internacional Redemptoris Mater de Castellón, ubicado también en la capital de La Plana, y gestionado por el Camino Neocatecumenal, según las cifras oficiales facilitadas por la Conferencia Episcopal (CEE).

Si en el curso 2005-2006 fueron 23 los seminaristas neocatecumenales, en el periodo escolar actual han bajado a 21. El descenso de jóvenes que quieren ser sacerdotes se da también en el Seminario Mayor de Tortosa. Durante el periodo 2005-2008 fueron 8 los alumnos, mientras que en el presente curso son 7.

Para Domingo Galindo, vicario de la parroquia de La Asunción de Onda y responsable de Pastoral Juvenil de la diócesis de Segorbe-Castellón "hay muchos factores a la hora de explicar el porqué de este descenso en el número de seminaristas". "Hay una falta de interiorización por parte de los jóvenes a la hora de buscar algo", concreta Galindo

UN CAMBIO RADICAL "Si a nivel general, la juventud no tiene la cabeza amueblada, y no sabe lo que quiere, no digamos cuando se trata de la Religión, de ser sacerdote, que supone un cambio radical para toda la vida, al margen de que a nivel social la Iglesia no tiene buena prensa", argumentó el responsable diocesano de Juventud, que recordó que "cuesta plantearse la vida como una vocación", concluyó.