La expropiación de todo el grupo Rumasa causó en la provincia de Castellón un gran escándalo. A los pocos días de conocerse la decisión del Gobierno, desapareció el director de una de las sucursales del Banco Industrial que pertenecía al grupo. Con ello se generó una gran incertidumbre entre los clientes, que vieron cómo se ponía en peligro el valor de sus depósitos. V.F.