La carretera Cabanes-Oropesa costará cinco veces más de lo previsto en el año 1999, cuando se presupuestaron los trabajos. Así lo dio a conocer ayer el conseller de Infraestructuras y Transporte, Mario Flores, quien detalló que, mientras en 1999 se contaba con una partida de 9,015 millones de euros para el enlace, finalmente, la ejecución de los tres tramos en los que se divide la obra tendrá un valor de 45,3 millones.

Durante la inauguración del acondicionamiento de la CV-148, en Cabanes, Flores detalló que solo los últimos seis kilómetros pendientes de ejecución --el tramo central del eje-- "han aumentado su valor de forma importante, hasta los 24 millones de euros". Según argumentó, una de las causas de que cada kilómetro de vial cueste cuatro millones de euros reside en "el esfuerzo que ha realizado el Consell en el último trazado, teniendo en cuenta la postura medioambiental". En concreto, detalló que en este, "alejado del Desert", "se apuesta por los túneles en vez de los puentes", con menos impacto medioambiental.

PETICIÓN VECINAL El alcalde de Cabanes, Artemi Siurana, por su parte, manifestó "la preocupación de los vecinos" por el retraso en el final de la ejecución de las obras porque "hace ocho años que las reivindicamos y ya estamos desilusionados".

"Esperamos que la Conselleria de Infraestructuras y Transporte, que no tiene ninguna culpa, haga posible pronto esta vía que tanta falta nos hace para el desarrollo de la industria y el turismo como alternativa a la agricultura", insistió Siurana.

Ante esta petición, el conseller afirmó que su departamente tendrá "una sensibilidad especial con este último tramo". "Creemos que en un plazo de tiempo no demasiado largo tendremos la aprobación del impacto medioambiental" que se presentó hace cerca de un año, anunció y se comprometió a "iniciar la obra cuando esta llegue".

Y es que, tal y como aseguró, "esta conexión generará una riqueza importante y también contribuirá con el medio ambiente porque realizar el recorrido supondrá un menor consumo de gasóleo y el descenso de las emisiones de CO2, además de aportar seguridad". También remarcó que la zona tendrá acceso directo a la AP-7 y la N-340.

AEROPUERTO Por otra parte, Flores adelantó que las obras de la CV-10 y la CV-13 --la carretera que unirá la AP-7 y la N-340 con el aeropuerto desde Torreblanca-- "estarán acabadas antes de que finalice este año", es decir, precederán a la apertura de las instalaciones aeroporturarias.