Según la opinión del fiscal, la gravedad en los actos delictivos ha descendido de intensidad con el paso de los años. "Hace poco tiempo, eran habituales los robos usando pistolas o recortadas. En ese aspecto, estamos mucho mejor que antes", afirma.

Dentro de los atracos con violencia entre menores, la situación que más se repite, según Cuesta, es la de "la sustracción de una pequeña cantidad de dinero por medio de amenazas".

En cuanto a los robos con fuerza en las cosas, segundo delito más común en la provincia entre los menores, la tipología que más se repite es la de "intentar entrar a domicilios forzando la puerta o alguna ventana".