El Ayuntamiento, en colaboración con el Instituto de Biomecánica de la Universitat Politècnica de València, realizará el próximo miércoles una prueba de resistencia para comprobar el buen resultado que ha dado una baldosa de porcelánico que colocó en las rondas hace ahora un año.

Desde entonces no se ha roto ninguna pieza, fabricadas por Tau, como recordó el vicealcalde de la ciudad, Javier Moliner. El edil mostró su satisfacción por el resultado de esta iniciativa, y destacó la implicación del consistorio en el uso de la cerámica en el entorno urbano.

El Instituto de Biomecánica desplazará por las aceras un robot capaz de reproducir la interacción del pie humano con el pavimento y determinar los coeficientes de fricción con el fin de garantizar la seguridad frente a las caídas de personas mayores y movilidad reducida.